En la vereda San Miguel de Sincelejo, Sucre, se desarrolló un espacio pedagógico y participativo llamado “Conversar para no repetir: diálogos territoriales sobre la vinculación de niños, niñas y adolescentes al conflicto armado”, en el que más de 40 menores integrantes del cabildo Zenú que residen en esta zona de la capital sucreña, y que son víctimas del conflicto, manifestaron su reflexiones y deseos sobre un futuro alejado de la guerra y la violencia.
El conversatorio, que contó con el apoyo institucional de la Organización Internacional para las Migraciones en Colombia (OIM) y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), tuvo el fin de propiciar una reflexión colectiva sobre la vinculación de niños, niñas y adolescentes al conflicto armado en el país.
“Las y los niños de la comunidad de San Miguel solo pedimos que nos dejen tener una voz y nuestros derechos”, manifestó Andrés*, uno de los niños que participó en el conversatorio. Por su parte, María Fajardo, capitana del cabildo indígena Zenú de San Miguel, expresó que “es valioso que las instituciones puedan generar estos espacios en nuestra comunidad porque nos ayudan a proteger a nuestros niños y niñas de este tema”.
Este espacio, realizado en simultáneo en otras 15 locaciones del país, se dio en el marco de la conmemoración del Día de las Manos Rojas, con la que se rechaza el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes para la guerra y el conflicto armado en el país.
Sandra Alfaro, directora de reparación de la Unidad para las Víctimas, expresó en el desarrollo de la jornada que la intención es “visibilizar esta problemática porque esto permite la dignificación y reparación de las víctimas abordando estos temas, dando la importancia que tienen estos espacios de diálogo para transformar realidades y trabajar inclusivamente por las garantías de no repetición”.
La jornada tuvo dos momentos. El primero correspondió a un espacio de diálogo constructivo con 25 niños y niñas integrantes de la comunidad del Cabildo indígena Zenú de San Miguel, quienes a través de diferentes ejercicios de participación y didáctica emitieron sus opiniones sobre el futuro alejado del conflicto que desean vivir, la garantía de los derechos a los que quieren tener acceso, y los sueños que quieren materializar para sí mismos y sus familias.
El segundo momento fue un espacio de diálogo interinstitucional entre diferentes representantes de actores sociales de la región, entre los que estuvieron: la Unidad para las Víctimas, representantes del Cabildo indígena Zenú de San Miguel, la Consejería para la Reconciliación de la Presidencia de la República, la Defensoría del Pueblo regional Sucre, la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía de Sincelejo, Policía Nacional, Mesa de Víctimas municipal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Al final de la jornada, todos los asistentes suscribieron el compromiso simbólico de trabajar, desde sus roles e instancias, por mitigar las acciones que alejen a los niños, niñas y adolescentes de esta comunidad, del conflicto armado.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
*Nombre cambiado por solicitud de la familia