Este lunes, 12 de febrero, en Quibdó, Chocó, se llevó a cabo la conmemoración del Día de las Manos Rojas, un día en el que, anualmente, cientos de personas de diferentes países del mundo se unen para frenar el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para la guerra.
En este caso, el objetivo de la Unidad para las Víctimas fue fomentar la participación y el diálogo con los niños, niñas y adolescentes de la capital chocoana y sus entornos protectores para conocer la situación de reclutamiento en la región y desarrollar estrategias que permitan frenar este flagelo y avanzar hacia la no repetición.
En este espacio se llevó a cabo una actividad en la que niños, niñas y adolescentes de la región identificaron los principales factores de riesgo de reclutamiento, así como sus derechos fundamentales. Este espacio sirvió para que tanto niños como cuidadores, fueran conscientes del riesgo que significa el reclutamiento y, de paso, conocieran los derechos y las herramientas que tienen a su disposición para evitar que sean utilizados para la guerra.
Este momento terminó con una petición elevada por todos los asistentes al unísono: “No más niños, niñas ni adolescentes vinculados en la guerra”.
En la tarde, se llevó a cabo otro espacio de diálogo con entidades territoriales en el que los niños, niñas y adolescentes expresaron sus preocupaciones de cara a la posibilidad de ser reclutados por bandas criminales y pidieron a esas entidades compromisos para prevenir el reclutamiento y garantizar el freno de este flagelo y la no repetición para las comunidades que se han visto afectadas en la capital chocoana.
En este conversatorio participaron representantes de la Defensoría del Pueblo, de la Procuraduría, de la Alcaldía de Quibdó, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y de la de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
Durante su intervención, María Fernando Angulo, directora de la territorial Chocó de la Unidad para las Víctimas hizo un llamado a todas las entidades para trabajar mancomunadamente por el bienestar y la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
“Los niños y niñas no deben hacer parte de la guerra. No es solamente el hecho de la vinculación sino también el uso y la utilización de esta población. Ellos y ellas deben estar en entornos protectores donde se les respeten sus derechos. Hoy, en esta conmemoración, los niños y niñas han hablado de sus derechos, los hemos escuchado hablar desde su vulnerabilidad y debemos trabajar entre todas las entidades para garantizar esos derechos y el libre desarrollo de sus proyectos de vida”, aseguró Angulo.
Para el cierre, se realizó un acto simbólico con música y danzas de la región para cerrar un día muy provechoso en el que se identificaron muchos factores de riesgo de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes pero en el que también se avanzó en el compromiso, no solo de la Unidad para las Víctimas sino de muchas entidades territoriales y organizaciones de la cooperación internacional, para trabajar, de manera articulada, por el bienestar y la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de Quibdó.
Esta actividad se desarrolló gracias al apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.