Que las víctimas del conflicto armado vivan libres de confinamiento y desplazamiento fue el contundente llamado de Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, en el foro “Desafíos de seguridad en las regiones, un llamado a la acción”, organizado por el Grupo Prisa.
En el espacio, Solano fue enfática al afirmar que el gran desafío que enfrenta el país se trata de consolidar garantías de vida en los territorios, una estrategia que va más allá de la presencia de la fuerza pública. En ese sentido, para la funcionaria, es importante fortalecer el diálogo social, la inversión y el reconocimiento de las víctimas como interlocutoras clave en la búsqueda de la Paz Total.

“Hay una mirada y una voz que tiene que ser escuchada: la de las víctimas del conflicto armado, que es una población mayoritaria en Colombia. Las víctimas están cansadas del reciclaje de la guerra y necesitamos que se ponga un límite. Esta es una oportunidad para que el diálogo nos lleve a encontrar una mirada de seguridad diferente”, dijo.
Solano indicó que el país no puede volver a la época en la que se pretendía hacer trizas la paz. Manifestó que este es el momento de llevar a cabo transformaciones estructurales en los territorios, desde el Enfoque de Soluciones Duraderas impulsadas por el Gobierno del Cambio. Para la Unidad para las Víctimas, hacerlo contribuirá a superar la situación de vulnerabilidad de los casi diez millones de víctimas registradas actualmente en el Registro Único de Víctimas (RUV).
Temas recomendados
Al término de su intervención, instó a prestarle atención a los departamentos más golpeados por el conflicto, como el Cauca y el Valle del Cauca en los que, tras la firma del Acuerdo Final de Paz de 2016, se han incrementado los hechos victimizantes en un 25%.
“Si hacemos un análisis, desde los territorios, podemos entender que hay un clamor diferente de las comunidades. Tenemos que avanzar en el diálogo genuino y que haya Paz Total”, finalizó.