Esta semana, la Unidad para las Víctimas y el programa Restaurando Nuestro Futuro (ROF) de USAID, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entregaron en Buenaventura un total de 300 apoyos a negocios familiares en el marco del programa de Esquemas Especiales de Acompañamiento Familiar (EEAF).
Los EEAF están dirigidos a hogares incluidos en el Registro Único de Víctimas por desplazamiento forzado que estén siendo acompañados en procesos de retorno, reubicación o integración local. Estos incluyen la entrega de elementos que apoyen unidades de negocios en etapa de fortalecimiento o emprendimiento, así como capacitaciones sobre administración y finanzas.
Durante el evento de entrega de estos elementos, Rosiris Angulo Herrera, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, señaló que, más allá de unidades materiales, con esta acción se espera cumplir 300 sueños: “Quienes hemos recorrido los barrios de Buenaventura nos hemos encontrado con hombres, mujeres, adolescentes y niños llenos de esperanza, creatividad y fuerza transformadora, de ahí que sabemos que esta apuesta por el sostenimiento económico de las familias, también es una apuesta por la paz”.
En la misma línea, Camila Gómez, asesora principal en USAID Colombia manifestó en su intervención: “Estamos convencidos de que procesos como este, contribuyen a avanzar en la reconstrucción de los proyectos de vida de quienes se vieron afectados por la violencia”. En ese sentido, Gómez agregó que las unidades de negocio familiar “son esenciales para avanzar en la reparación y no-repetición del conflicto armado, en clave de soluciones duraderas”, siendo este último un enfoque que la Unidad para las Víctimas ha adoptado con miras a aportar para que las víctimas de desplazamiento forzado puedan superar las condiciones de vulnerabilidad en las que viven.
Por su parte, Diego Sánchez, beneficiario con una unidad de negocio en la línea salón de belleza, resaltó el impulso que significa el kit recibido para fortalecer su fuente de ingresos. “Sin duda alguna esto nos va a ayudar a prosperar y, por consiguiente, a una mejor calidad de vida para nuestras familias. Doy gracias a la Unidad para las Víctimas, a USAID y a OIM por entregarnos estas herramientas para nuestros negocios”, dijo.
Durante el evento de entrega hubo un conversatorio en el que las y los participantes compartieron sus historias y expresaron cómo les ha impactado el programa. Ángela Prías, directora adjunta de ROF, quien moderó ese diálogo, expresó que son una fuente de inspiración las historias de quienes vivieron el conflicto armado y ahora construyen sus propios emprendimientos. “Gracias por su compromiso, por dejarnos acompañarlos en este proceso. Esto es posible gracias a ese compromiso, a que van a los talleres, a que preguntan, a que están ahí activamente”, compartió.
Hacia la reparación integral
Los EEAF hacen parte del proceso de reparación integral de las víctimas, a través del desarrollo del potencial productivo de sus hogares y la creación de oportunidades para alcanzar, en el mediano y largo plazo, su estabilización social y económica. En total son 10 las líneas de negocio apoyadas por los EAAF, y para el caso de Buenaventura incluyeron las siguientes categorías: restaurante (35), panadería (7), comidas rápidas (41), cafetería (11), heladería (70), tienda de abarrotes (35), papelería (54), salón de belleza (30), confecciones (16) y artesanías (1).
Las 300 unidades de negocio entregadas forman parte de las 952 que se distribuirán en 11 municipios de siete departamentos entre marzo y abril, y cuya inversión se acerca a los 8.500 millones de pesos. Para los próximos días se tiene previsto continuar con la entrega de EEAF en San José del Guaviare (Guaviare), Vistahermosa (Meta) e Ipiales (Nariño), entre otros municipios.
Uno los requisitos para acceder a los EEAF es que por lo menos una persona del hogar debe estar incluida en el RUV por el hecho victimizante de desplazamiento forzado y encontrarse en un proceso de acompañamiento al retorno, reubicación o integración local en alguna de las rutas de atención, sea esta individual o comunitaria.
Además, se da prioridad a los hogares que se encuentran en territorios focalizados por la Unidad paras Víctimas y que tengan dentro de sus integrantes mujeres, niños y niñas, adolescentes, personas con discapacidad, adultos mayores o población con orientaciones sexuales diversas.
Temas recomendados
El programa Restaurando Nuestro Futuro de USAID, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), busca contribuir a reparar adecuadamente a las víctimas, restituir sus derechos y fortalecer las relaciones de confianza entre el Estado y las comunidades afectadas por el conflicto para promover una reconciliación duradera. Entre sus líneas de trabajo apoya a instituciones responsables de la implementación de la política pública de víctimas y el Acuerdo de Paz.