Con el propósito de seguir atendiendo integralmente a la población afectada por la situación humanitaria en el Catatumbo, este miércoles la Unidad para las Víctimas, bajo el liderazgo de su director Adith Rafael Romero, acompañó el traslado de un grupo de 93 víctimas del conflicto armado que se reubicó en un terreno que fue adjudicado por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) en el departamento de Tolima.
En horas de la madrugada, este grupo de víctimas alistó todos sus enseres y se embarcó en los buses en los que se movilizaron desde la ciudad de Bogotá hacia Tolima. Esta vez, estas más de 30 familias no se desplazaron huyendo por los vejámenes del conflicto, sino con el anhelo de reconstruir sus proyectos de vida en nuevo territorio, con el acompañamiento permanente de las entidades del Gobierno nacional.
Este proceso de reubicación, que fue acompañado por la Misión de Verificación de la ONU, se desarrolló para avanzar en la reparación y el restablecimiento de los derechos de estas 93 víctimas de desplazamiento que, a partir de ahora, podrán desarrollar proyectos productivos a través del Plan de Reubicación, que se construirá e implementará con el apoyo institucional de la Unidad para las Víctimas.
En el contexto de este traslado, este miércoles se convocó a un Consejo de Seguridad y una mesa de diálogo territorial, que sirvieron como espacios de escucha, articulación y entendimiento entre las instituciones y entes del orden nacional, regional, local, organizaciones de víctimas y la comunidad, con el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría.
“Logramos la reubicación en condiciones de dignidad y seguridad para más de 90 víctimas del conflicto. Ahora todas las entidades nos vamos a disponer a la formulación y construcción del Plan de Reubicación para esta comunidad en articulación con los entes territoriales”, afirmó la directora territorial Central de la Unidad para las Víctimas, Zoraida Hernández.
La directiva detalló que con este Plan de Reubicación se garantizará un acompañamiento institucional que le permitirá a esta comunidad desarrollar proyectos productivos y construir infraestructura social y comunitaria que fortalezca su integración local y arraigo territorial.
Como medida de atención inmediata, la entidad le entregó kits de cocina (compuestos por utensilios para cocinar y cubiertos) y kits de noche (colchoneta, sábana y cobija) a las familias que acaban de trasladarse al nuevo territorio que, a partir de ahora, se convertirá en su nuevo hogar. Además, el 12 de julio se realizará una feria de servicios para facilitarle a esta comunidad la oferta institucional de las entidades que conforman el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV).
Mabel Andrade, subdirectora territorial de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), destacó que “esta es la evidencia de que avanza el cumplimiento del Acuerdo de Paz. Este ejercicio demuestra que se puede reconstruir el tejido social a partir del diálogo y acciones que generan convivencia y reconciliación”.
Este proceso de reubicación es resultado de la apuesta del Gobierno nacional en la atención prioritaria a la población afectada por la situación humanitaria del Catatumbo. Con ese propósito, se articularon entidades como la Unidad para las Víctimas, la Agencia Nacional de Tierras (ANT), la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
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La Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso de seguir trabajando para que esta reubicación sea sostenible en el tiempo y para que las comunidades afectadas por el conflicto armado en el Catatumbo sigan avanzando en su atención y reparación integral. Además, la entidad hace un llamado a no estigmatizar ni revictimizar a las víctimas reubicadas, cuyo único propósito es aportar a la construcción de la paz y reconstruir sus proyectos de vida.
AA/GL