“Nos vamos a sanar”: jóvenes Nukak en situación de riesgo derivada del consumo de sustancias psicoactivas 

Alrededor de 20 jóvenes del pueblo Nukak Baka “gente verdadera” fueron trasladados a la Institución Prestadora de Servicios en Salud Renovar para ser atendidos en su situación de consumo de sustancias psicoactivas, con apoyo de la Intervención Territorial Integral Nukak Jiw y la Dirección de Asuntos Étnicos de la Unidad para las Víctimas.  

Lo anterior se desarrolló en diciembre de 2024 en respuesta a los acuerdos establecidos con las autoridades indígenas, webakas y webenes del pueblo Nukak y como medida de prevención, protección y garantía de no repetición de las violencias ejercidas por el conflicto armado interno. 

Desplazamiento forzado y consumo de sustancias psicoactivas en el pueblo Nukak 

Los Nukak son un pueblo indígena en contacto inicial,aunque es conocido que su contacto con la sociedad mayoritaria fue causado por epidemias de gripa que obligaron a grupos Nukak a buscar ayuda en el casco urbano de Calamar, Guaviare, en el año 1989, buena parte de sus comunidades entraron en contacto sostenido en la década de los 90 y, dun grupo local, los Koro a Munu entraron en contacto solo hasta el 2011.  

Desde el contacto, el pueblo Nukak ha sufrido diversas situaciones de desplazamiento forzado causadas por la colonización cocalera de su territorio titulado y el conflicto armado interno. Situaciones que generaron hasta el 2020, que la totalidad de las comunidades Nukak estuvieran por fuera de su resguardo, redujeran de forma drástica su movilidad cazadora- recolectora, reconocida como una de las más altas del mundo, ya que por ejemplo entre 1991 y 1995 en promedio un grupo local cambiaba 69 veces de campamento en un año, ocupando cada campamento durante 5,31 días y recorriendo 6,9 kilómetros. y vivieran en graves condiciones humanitarias.  

Además, desde inicio de siglo, los Nukak se vieron vinculados en la economía cocalera a través del   raspado de la hoja de coca. De forma que, cientos de jóvenes Nukak se han vinculado como “raspachínes” en fincas ubicadas en donde antes, siendo selva virgen, sus abuelos cazaban y recolectaban. El territorio despojado y los Nukak como mano de obra barata se han establecido como dos de las grandes causas del exterminio físico y cultural. 

La consecuencia de la vinculación como mano de obra en las fincas cocaleras ha tenido un agravante: el pago de las labores con pasta base de clorhidrato de cocaína. El resultado de la degradación social producido ha sido la adicción al consumo de pasta base y sus efectos como la violencia interna en las comunidades con consecuencias como robos, habitabilidad en calle y violencias sexuales a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. En 2023, las autoridades del pueblo en contacto inicial Nukak enunciaron que 130 niños, niñas, adolescentes y jóvenes tenían una grave situación de consumo de sustancias psicoactivas como pasta base, boxer, bazuco, gasolina, marihuana, entre otros.  

Sumado a esto, en las zonas rurales del Guaviare históricamente se han impartido órdenes sociales por los actores armados, en la actualidad por las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que incluyen la prohibición del consumo de sustancias psicoactivas, robos, entre otros, y que significa un riesgo a sus vidas.  

 
“Nos vamos a sanar”: el llamado del pueblo Nukak a su sanación colectiva 

Como respuesta a la amenaza de exterminio, el pueblo Nukak ha tomado dos decisiones: regresar al territorio titulado y atender la situación de consumo como una forma de sanación colectiva. 

Desde el 2021, varias comunidades Nukak han realizado recorridos territoriales buscando acercarse hacia su territorio ancestral. Hoy, alrededor de ocho de las 23 comunidades han realizado retornos voluntarios a su territorio sin acompañamiento institucional y se tiene conocimiento de otras 10 comunidades que quieren retornar. 

A su vez, en 2023, las autoridades Nukak expidieron como resolución y mandato interno el protocolo “Nos vamos a sanar”, en el cual enunciaron su disposición como sujeto político colectivo de fortalecer la identificación de las situaciones de consumo de sustancias psicoactivas, su remisión de las situaciones no atendidas con las instituciones del orden local y nacional, en las que se permitiera su atención como una situación de salud pública, que pasa por el fortalecimiento cultural y del gobierno propio, y en consideración de su situación de pueblo de contacto inicial. 

También en la primera Asamblea de Reparación Integral del pueblo Nukak “Caminando hacia la reparación integral del pueblo Nʉkak (Wit ji jimni jim Yuayuni tui Cha’añuatde Dupi Nʉkak), desarrollada en diciembre de 2023 con apoyo de la Unidad para las Víctimas, los webakas y webenes reiteraron esta demanda de protocolos diferenciales solicitando un centro de rehabilitación dentro del Resguardo Nʉkak, debido a que indicaron  que necesitaban que los niños, niñas y jóvenes fueran llevados de acuerdo con el enfoque diferencial Nʉkak. 

Aun así, las diversas dificultades para acceder a protocolos diferenciales demandados por el pueblo Nukak han conllevado a que la única forma de atención se desarrolle a nivel intramural en institutos clínicos como la Institución IPS Renovar, ubicada en la ciudad de Villavicencio, quienes han realizado esfuerzos para la atención diferencial de personas de este pueblo, a partir de la experiencia que han adquirido entre el 2023 y 2024. 

El traslado de los jóvenes Nukak 

La Unidad para las Víctimas ha desarrollado diversos diálogos con las autoridades indígenas del pueblo Nukak, en los que han enunciado que la situación de consumo de sustancias psicoactivas está generando un riesgo para las pervivencias en sus territorios y la armonía de sus comunidades y han solicitado el apoyo de la Unidad para las Víctimas para abordar estas problemáticas. A su vez, con participación de otras instituciones de Gobierno como el Ministerio de Salud y Protección Social, el Grupo de Género y Diversidad del Ministerio del Interior y la Empresa Social del Estado ESE de primer Nivel en San José del Guaviare, entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre del presente año se desarrolló un diálogo con los jóvenes en situación de consumo de sustancias psicoactivas.  

Como resultado de los acuerdos con las autoridades Nukak y como medida de prevención, protección y garantía de no repetición, la Unidad acompañó al pueblo Nukak entre los días 11 a 14 de diciembre en el traslado de alrededor de 20 jóvenes desde sus comunidades ubicadas en San José del Guaviare y el Retorno en el departamento del Guaviare, hasta la IPS Renovar, ubicada en Villavicencio, Meta. 

Desde las comunidades Puerto Nuevo, Cheka Muj, Costeñita, Kande Jerenina, Pepepena, Charras, Villa Leonor, Villa Alejandra, y el sitio conocido como el “Cartuchito”, los jóvenes Nukak dialogaron con sus autoridades tradicionales, fueron despedidos por sus familias y se trasladaron a San José del Guaviare, en donde fueron recibidos por autoridades tradicionales, bailaron juntos, fueron rezados y sus rostros fueron pintados como forma de protección de su camino en la sanación colectiva. 

La Unidad para las Víctimas hace un llamado a las instituciones del orden nacional y territorial, a los demás pueblos y a la sociedad en general, a rodear al pueblo Nukak en el camino de la sanación colectiva y a construir y/o fortalecer estrategias diferenciales que vinculen los sistemas de conocimiento y las formas propias de atención de los pueblos indígenas en los procesos de salud pública.