Desde las 8:00 a.m., más de 160 víctimas, citadas previamente, se acercaron al coliseo Luis Fernando Castellanos de la ciudad de Barrancabermeja para que, luego de varios años, les entregaran sus indemnizaciones judiciales. Este acto fue el cierre de un proceso que inició en diciembre del año pasado y en el que se entregaron más de 23.000 millones de pesos (23.472.882.768) para indemnizar a 7.970 víctimas de grupos paramilitares en 27 departamentos del país, donde ocurrieron un total de 8.894 hechos violentos en medio del conflicto armado.
El pago de estas indemnizaciones judiciales se hizo con recursos provenientes del Bloque Libertadores del Sur, Bloque Central Bolívar y Bloque Mineros de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia.
La Unidad para las Víctimas entiende que la reparación integral va más allá de la entrega de indemnizaciones económicas. Lo que se busca con estos actos es la dignificación de esas personas que más han sufrido por el conflicto armado colombiano, conocer sus historias, sus luchas, su fortaleza, su resiliencia y su poder transformador.
El encuentro inició con un acto simbólico llamado ‘Siembra la Esperanza’. Esta actividad consistió, como su nombre lo indica, en una siembra en la que las víctimas identificaron cada parte del proceso como parte de su propia experiencia de vida a partir de la tragedia de su victimización. Después de poner piedras, tierra, agua, viene la semilla. Y es gracias al sol, símbolo del poder transformador de las víctimas, que nace una nueva vida.
Posteriormente, hubo un espacio de atención a las víctimas con una charla pedagógica sobre las indemnizaciones judiciales recibidas, sobre el proceso jurídico, sobre las labores de la Unidad para las Víctimas y sobre lo que sigue en el proceso para aquellas víctimas a las que todavía no se les abona el total del valor de su indemnización.
Acto seguido, se llevaron a cabo el proceso administrativo de la entrega de las cartas de indemnización judicial y una feria de oferta institucional, que se complementó con una charla sobre inversión adecuada para brindarle a las víctimas las herramientas que les permitan una mejor administración de los recursos recibidos.
Sobre las 5:30 p.m. inició el acto protocolario de cierre de este proceso, liderado por Patricia Tobón Yagarí, directora de la Unidad para las Víctimas, y el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego. También estuvieron presentes: Sara Ferrer, representante para Colombia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Hilda López de Pérez, víctima del municipio de San Vicente de Chucurí y Carlos Mauricio Arboleda, víctima del municipio de Tumaco.
Heriberto Acevedo, conocido como ‘Watusi’, cuentero y artista callejero nacido en Zapatoca, Santander, víctima de desplazamiento forzado, fue quien dio inicio del acto con la lectura del cuento ‘Renace la esperanza’.
Posteriormente, Sara Ferrer destacó el compromiso de la comunidad internacional para apoyar estos procesos de reparación con las víctimas y de búsqueda de la paz total en Colombia.
“Agradecemos la invitación a compartir este momento histórico. Apoyamos al gobierno en la reparación de las víctimas, en la reparación colectiva. Una reparación que reconstruya el tejido social. Creemos que la paz va de la mano con el desarrollo de los territorios para que cada uno de sus habitantes logre sus sueños y sus aspiraciones”, dijo la representante para Colombia del PNUD.
Patricia Tobón Yagarí, directora de la Unidad, reconoció el valor de las víctimas y su papel preponderante en la construcción de paz: “A pesar de estas dificultades, hemos logrado adelantar procesos como este que nos han permitido demostrar que, a corto plazo y administrando de manera adecuada y transparente los recursos, se pueden lograr acciones como las que estamos viviendo hoy en favor de los derechos de las víctimas del conflicto armado”.
Y concluyó su intervención reiterando el compromiso de la entidad para propiciar el reconocimiento del poder transformador que tienen las víctimas del conflicto armado para cambiar la realidad del país. “Son las víctimas las que hoy tienen la palabra y las que deben ser protagonistas de la política de la Paz Total. Nosotros, como Unidad para las Víctimas, nos comprometemos en avanzar y haremos todo el esfuerzo para que este país, que los necesita, los escuche y reconozca su dignidad”.
Luego vinieron las intervenciones de las víctimas. Primero habló Hilda López de Pérez, víctima del municipio de San Vicente de Chucurí y luego Carlos Mauricio Arboleda, de Tumaco, quien dijo: “Estos espacios no solo buscan la reparación económica, sino simbólica para las familias que hemos sufrido la violencia. Este proceso inició hace muchos años y lo más importante es garantizar la no repetición. Y nosotros como víctimas debemos transformar y llegar a sanar algo de ese dolor”.
Acto seguido, Claudia Machuca, víctima de desplazamiento forzado del municipio de las Pavas, municipio del Peñón en Bolívar interpretó su canción ‘Que callen los fusiles’.
En este momento, un grupo de víctimas asistentes hicieron entrega del símbolo del poder transformador al presidente de la República, a la directora de la Unidad y a la representante del PNUD en Colombia.
Para el cierre, Gustavo Petro Urrego, presidente de la República entregó la carta de indemnización judicial a la señora María Eugenia Castro, víctima del municipio de Tumaco y comenzó con su intervención.
En sus palabras se refirió a los procesos de indemnización que ha adelantado la Unidad y de la dificultad que significa para el Estado reparar a todas las víctimas que dejó el conflicto armado, se refirió al flagelo del narcotráfico que sigue haciendo daño al país.
“El gobierno debe reunir a los jefes paramilitares para hacer un balance ante el país para hablar de lo que ha pasado con la indemnización a las víctimas, con la verdad y con la posibilidad de que este capítulo nunca se repita. Ojalá para tener democracia y justicia social, ojalá con una sociedad que no genere más víctimas porque es una sociedad sin violencia”.
El presidente de la República resaltó la labor y el reto que tiene Patricia Tobón, como directora de la Unidad para las Víctimas, para cumplir con las deudas históricas en materia de reparación y atención a quienes han padecido el conflicto armado.
Sin embargo, indicó que el compromiso para cumplirle a las víctimas debe ser mayor. “Este es el acto más grande de entrega de dinero que se ha hecho desde hace diez años que se creó la ley, y este acto se produjo en el Gobierno del Cambio, pero para poder hacer la indemnización real y total, tendríamos que hacer 200 actos más como este”, aseveró.
La Unidad para las Víctimas, como parte de este Gobierno, no descansará en su labor para avanzar y hacer todo el esfuerzo posible para que Colombia escuche y reconozca la dignidad y el poder transformador de las víctimas.
