Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Unidad para las Víctimas trabaja para fortalecer la implementación de la política pública de víctimas en Putumayo

En un esfuerzo por garantizar la inclusión de las víctimas del conflicto armado, la Unidad para las Víctimas brindó asistencia técnica a las entidades territoriales en el departamento con el fin de incorporar dicha política en los planes de desarrollo.

Durante el mes de marzo y principios de abril, equipo de la Unidad para las Víctimas en Putumayo visitó los diferentes municipios del departamento con el fin de asesorar y orientar a las nuevas administraciones para lograr la inclusión de la política pública de víctimas en los planes locales de desarrollo 2024-2027.

En estas jornadas, se realizó la socialización del diagnóstico de cada municipio en relación con la política. Este diagnóstico es crucial, ya que refleja las necesidades específicas de la población afectada por el conflicto y tiene como objetivo principal asegurar que el Plan de Desarrollo Territorial (PDT) esté alineado con estas necesidades.

Durante este proceso se hizo hincapié en los siguientes componentes de la política pública de víctimas: prevención, asistencia, atención y reparación integral. Además, se buscó garantizar que los planes, programas y proyectos estén en sintonía con las necesidades identificadas, con el objetivo final de lograr una estabilización socioeconómica de la población más vulnerable.

La directora territorial de la Unidad en Putumayo, Amanda Camilo Ibarra, explicó: “Lograr el compromiso de los mandatarios en dar continuidad y sostenibilidad a los procesos de asistencia, atención y reparación integral que se vienen implementado con énfasis en las metas establecidas por el Gobierno nacional es lo que podrá darles a las víctimas la seguridad de que todos estaremos trabajando hacia un mismo objetivo”.

En la Unidad para las Víctimas cambiamos para servir, trabajamos para reivindicar la memoria viva a través de las voces de esperanza y resistencia de hombres y mujeres víctimas que han camino para su dignificación y las de sus familias, comunidades y procesos; ellas y ellos han demostrado que, a pesar de su dolor, tienen el poder de brindarle a Colombia segundas oportunidades para alcanzar la paz, la reconciliación y la convivencia.