Un proceso de fortalecimiento comunitario con diferentes acciones que permitieron reconstruir el tejido social, implementó la Unidad para las Víctimas en dos comunidades afectadas por el conflicto armado en Norte de Santander.
La directora territorial de la entidad, Alicia María Rojas Pérez, explicó las estrategias implementadas dentro de la medida de rehabilitación: “En el corregimiento Luis Vero del municipio de Sardinata, desarrollamos la estrategia ‘Tejiéndonos’ donde la comunidad logró afianzar lazos de convivencia, transformando los escenarios locales que años atrás fueron epicentro de toda clase de acciones ilegales y violentas. Hoy estos espacios fueron recuperados y representan la historia y el perdón de una población”.
De igual manera, la funcionaria indicó que en Cúcuta se realizó un trabajo significativo con el grupo de tejedores y tejedoras del comité de impulso del sujeto de reparación colectiva Antonia Santos. “Este sujeto, conformado por seis barrios, representa la transformación y reconstrucción del tejido social que hoy le apuesta a la construcción de paz como agentes generadores de ese cambio con perdón y reconciliación que lograron por medio de la estrategia ‘Entrelazando’”.
En la implementación de las estrategias, niños, jóvenes y adultos participaron activamente, sin importar la edad, compartieron conocimientos y experiencias reconstruyendo sus memorias. “La estrategia nos abrió espacios de formación y de liderazgo comunitario, en los cuales hemos podido trabajar en la recuperación de las tradiciones particulares y especialmente en la resignificación de los lugares en una zona tan marcada por el conflicto”, expresó John Vladimir Parra, líder de la estrategia ‘Tejiéndonos’ que se desarrolló en el corregimiento Luis Vero.
Por su parte, los tejedores y tejedoras del sujeto de reparación colectiva Antonia Santos, conformado por los sectores Sábana Verde, Los Olivos, Antonia Santos, Brisas del Mirador, la Carolina y La Primavera, reconocieron la importancia de la implementación de la medida de rehabilitación.
“A través de prácticas sociales, transformación de escenarios, viviendo la diferencia, imaginarios y duelos colectivos, hemos podido ir poco a poco contribuyendo a que se mejore la calidad de vida; el camino no ha sido fácil, pero el día de hoy estamos diciendo gracias a Dios, gracias a la Unidad para las Víctimas que nos ha hecho ese acompañamiento. Es gratificante saber que ese talento humano ha hecho mérito para que nosotros como comunidad nos sintamos orgullosos de todo lo que tiene que ver con la estrategia”, manifestó Arturo Duarte, del grupo de tejedores y tejedoras.
La Unidad para las Víctimas continuará con los procesos contemplados en el plan integral de reparación para estas comunidades.
(Fin/CEG/CMC/LMY)
