Por el conflicto armado abandonaron fincas, cultivos y animales cuando se desplazaron de sus veredas y corregimientos en Antioquia. Años después, centenares de desplazados regresaron a sus tierras, donde resurgen con nuevas cosechas, proyectos productivos y obras que integran a sus comunidades.
Por eso, los habitantes de las veredas La Pava, en Alejandría; Las Playas en Jericó; y del corregimiento Mesopotamia, en La Unión, disfrutan de mejores condiciones de vida en estas zonas rurales, tras la implementación total de los planes de retorno y reubicación de desplazados para avanzar con la reparación a las víctimas.
Las acciones reparadoras en las que la Unidad para las Víctimas y las alcaldías invirtieron más de $1.000 millones ayudaron a centenares de familias, en su mayoría campesinos, a recuperarse de las pérdidas del desplazamiento forzado y otros hechos victimizantes como consecuencia del conflicto armado.

En estas zonas rurales, la población, en su mayoría campesinos, recupera el arraigo y economía con proyectos agropecuarios, atención psicosocial, dotaciones mobiliarias y tecnológicas de escuelas, restaurantes escolares, centros de salud, casetas comunales. Se mejoraron viviendas rurales y construyeron placa huellas donde antes había trochas. También se recuperaron tradiciones como grupos artísticos, musicales y deportivos.
Del resurgimiento de estas comunidades es testigo y protagonista Luis Arcadio Pamplona, líder de la vereda La Pava. “Se culminó con satisfacción este plan que nos benefició con proyectos productivos y de pan coger para las familias, tenemos una vía pavimentada. Todo esto nos ayuda mucho para que nos arraiguemos al territorio, para que no lo abandonemos y nos quedemos en el campo, en nuestra tierra”, afirmó Luis Arcadio.
En estas veredas renovadas con cosechas de café, maíz, frijol, frutas, hortalizas, además de nuevos proyectos avícolas agropecuarios (avícolas, porcícolas, ganaderos), la violencia de las guerrillas y los grupos de autodefensas dejaron dolor y destrucción en el pasado con homicidios, masacres, desapariciones forzadas, secuestros y violencia sexual.

“El conflicto fue muy duro, muchos asesinados, como la profesora de la escuela y tíos de mi papá. Para salir al pueblo nos tocaban retenes de esos grupos armados, hubo reclutamientos y hasta el desminado tuvo que venir para que la gente pudiera regresar. Yo me demoré 16 años y la finca quedó abandonada y volver a empezar a levantarla fue muy difícil”, relató Luis Arcadio.
Los habitantes coinciden en que la recuperación de la comunidad es una realidad. Por eso, el acto de cierre del Plan de Retornos y Reubicación fue muy concurrido y emotivo para los campesinos, quienes celebraron con un sancocho comunitario para los habitantes reunidos en la caseta comunal. Esta fue dotaba con mobiliario y menaje de cocina como una de las acciones reparadoras implementadas en La Pava.
Comunidades transformadas y reparadas
Entre tanto, en el corregimiento Mesopotamia, del municipio de la Unión, las acciones implementadas por la Unidad para las Víctimas y la alcaldía incluyeron el mejoramiento del centro de salud y personal médico permanente, apoyo a más de 150 hogares con el programa Familias en su Tierra e insumos agropecuarios para huertas y cultivos. Además, atención para la restitución de tierras despojadas.
Y en Jericó los habitantes que regresaron a la vereda Las Playas tras el desplazamiento forzado y otros hechos victimizantes, destacaron los proyectos productivos avícolas y agrícolas, las huertas familiares para fortalecer la seguridad alimentaria y el mejoramiento de viviendas, vías, así como la dotación de escuelas y el restaurante escolar.

En todas las comunidades retornadas también se implementó la estrategia de rehabilitación comunitaria Tejiéndonos, con acciones psicosociales para la recuperación emocional por los graves hechos victimizantes. Según varios participantes, “también necesitábamos sanar el sufrimiento y hacer esos duelos por esos familiares asesinados o desaparecidos y las pérdidas que tuvimos”.
La directora de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Maribel de la Valvanera López Zuluaga, informó que “el cierre de estos tres planes de retorno y reubicaciones este año es un gran logro para la reparación de estas comunidades, que superan la vulnerabilidad que causó el conflicto armado y ahora son más autónomas. La inversión conjunta con las alcaldías supera los $1.000 millones”.
Temas recomendados
En total, ya son ocho los planes completados en Antioquia con miles de habitantes beneficiados en los municipios de El Peñol, La Unión, Alejandría, Carmen de Viboral, Jericó, Carolina del Príncipe y San Roque.





