En el marco de la estrategia de prevención frente al reclutamiento que lidera la Unidad para las Víctimas, 100 niños, niñas y adolescentes indígenas del Cabildo Dotuma y el Resguardo Unificado Chamí en Mistrató, Risaralda, recibieron de parte de la entidad kits con útiles escolares que aportarán en los procesos de educación étnica en esta comunidad de más de 300 habitantes.
La entrega tuvo lugar en la vereda Canchivares, a más de 50 kilómetros del casco urbano de Mistrató. Allí, en medio de las tupidas montañas que conectan con el río Chamí, la comunidad indígena ha forjado un camino de resistencia ante la presencia e intento de dominio territorial por parte del grupo armado al margen de la ley conocido como el Clan del Golfo.
Hasta ese lugar llegó la Unidad para las Víctimas con una estrategia que pretende prevenir el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes de esta etnia a través del fortalecimiento de la educación ya que, desde hace más de dos décadas, este pueblo indígena ha visto amenazados sus conocimientos ancestrales para educar a los menores de edad.
“Tenemos el reto y el compromiso de atender las necesidades de las poblaciones indígenas que han sido víctimas del conflicto. Recibimos alertas sobre presencia de grupos ilegales en el territorio y posible reclutamiento forzado. La prevención de riesgos la estamos haciendo a través de la atención prioritaria y, en esta ocasión, entregamos kits estudiantiles a niños en condición de vulnerabilidad para dignificar parte de la educación ancestral que reciben en los cabildos”, afirmó Katherine García Ochoa, directora territorial de la Unidad en el Eje Cafetero.
Al momento de la entrega, los niños y niñas salieron corriendo de sus aulas de clase con sonrisas en sus rostros para recibir con emoción sus kits escolares que, por primera vez, fueron entregados en este cabildo como herramientas para que sigan fortaleciendo su proceso educativo.
Luz Nelly, una menor de 11 años, convocó a sus compañeros de clase y los motivó a hacer fila para que la actividad se realizara de manera organizada. Su rostro irradiaba alegría por recibir útiles como cuadernos, lapiceros y un maletín, ya que por más de seis meses había tenido que pedirles a sus maestros hojas regaladas para poder tomar sus notas. Ahora, no será así por lo menos durante el resto de año.
La entrega de los 100 kits estudiantiles hace parte de los acuerdos que se generaron con las comunidades indígenas de Risaralda en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y fueron entregados por la Subdirección de Prevención y Atención a Emergencias (SPAE) de la Unidad para las Víctimas, con el apoyo de la Alcaldía de Mistrató.
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La jornada también incluyó un enfoque especial de atención a niños, mujeres, adultos mayores, personas con enfermedades y con discapacidad, quienes suelen enfrentar mayores dificultades de movilidad. Se brindó orientación para que el gobernador indígena se encargue de distribuir personalmente los kits restantes a menores de edad en cabildos cercanos.
Con este avance en las acciones de prevención de riesgos y alertas tempranas, la Unidad Para las Víctimas reafirma su compromiso con la reparación, dignificación y justicia para las comunidades indígenas que han sido víctimas del conflicto, consolidando una política efectiva de reconocimiento y reparación en el país.
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