Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Unirse y sumar a la construcción de la paz es el imperativo de las víctimas hoy en Santander

Este fue el mensaje central de la conmemoración del 9 de abril, en el que las víctimas del conflicto armado del departamento elevaron su voz por la paz de Colombia.

El 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, se conmemoró en Bucaramanga con el “Conversatorio el Presente y oportunidades de las Víctimas en Santander” en el Ágora de la Universidad Industrial de Santander (UIS). En este encuentro, más de 250 personas, entre víctimas, organizaciones, Mesas de Participación de Víctimas, la Agencia de Restitución de Tierras y la comunidad universitaria narraron las historias del conflicto con el objetivo de dejar evidencia eso que no se puede repetir en el territorio.

Javier Peña, director de la territorial Santander de la Unidad para las Víctimas destacó que es importante conocer el momento presente de las víctimas para crear el futuro, para facilitar oportunidades e identificar los retos y necesidades que tienen actualmente las víctimas, y cómo poder enfrentarlas”.

El sentido del conversatorio fue poder transmitir algunas reflexiones sobre el presente de las víctimas y para ello se contó con el padre Javier Giraldo como conferencista invitado y la acogida de las distintas sedes de la Universidad Industrial de Santander, como Barbosa, Málaga y Socorro en dónde se convocaron víctimas y pudieron estar en auditorio viendo la transmisión de la Conmemoración desde Bucaramanga.

Durante la Conmemoración se presentó la ponencia del Sacerdote Jesuita Javier Giraldo, sobre los retos y oportunidades de las víctimas, seguido de las ponencias con las cuatro propuestas de reforma a la Ley de Víctimas, los testimonios y las expresiones artísticas de las víctimas, quienes desde sus voces trovaron, cantaron, contaron su resiliencia y hasta dramatizaron el viacrucis de sus historias.

“No soy víctima de las circunstancias sino las manejo” contó Rafael Alberto Romero, líder de víctimas en el municipio de Lebrija, quien a pesar de los hechos sufridos en el conflicto, está rehaciendo su vida a diario, como él lo afirma “decidí salir adelante vendiendo tinto, perico, yuca, plátano en su carro ambulante”, además es padre de dos hijos que estudian en la UIS e insta a todo Colombia para que “seamos protagonistas de nuestra propia historia”.

Estas y más historias resilientes se destacaron en esta Conmemoración en la Universidad Industrial de Santander, la universidad pública de Santander en donde unidos a la iniciativa del Ministerio de Educación con la Unidad para las víctimas, se abrazaron los testimonios de las víctimas por parte de los jóvenes.

Durante el diálogo, se hizo el llamado para que, desde las víctimas, los jóvenes estudiantes y las instituciones paren la guerra y la violencia, con la dignidad y grandeza que les reviste sufrir el horror del conflicto y vivir los ejemplos de resistencia social.

Uno de esos ejemplos de resistencia es de Gloria Monsalve, quien a ritmo de trova contó la historia de un desplazado forzado “Les tocó dejar la tierra, la vaquita, la yegüita y todo lo que tenían” y con las palmas del público continúo “por qué con su familia de la noche a la mañana, como a cualquier delincuente, le tocó huir de forma afanada para que no lo mataran”.

Gloria en su trova cuenta la historia de los desplazados “Como desplazados y de manera despectiva les dicen en la ciudad, sin identidad cultural, la confianza se quebranta y todo se vuelve una lucha contra la opresión, el hambre, la falta de estudio y toda falta, menos la caridad. De esta manera invitó a todas y todos los que han sufrido el conflicto armado a demostrar que son personas pujantes que se ganan el diario, no esperen a que todo lo de “papá gobierno”.

En la Conmemoración el artista plástico Javier Payares, víctima de mina antipersonal que le dejó sin manos y sin su visión derecha, hizo entrega a Javier Payares, director territorial Santander, de su obra “El Jarrón quebrantado”, que representa la crueldad que han vivido los colombianos víctimas del conflicto.

Javier Payares dijo que esta obra la inspiró “la problemática social en donde muchas familias les tocó separarse e irse de un lugar para otro para salvaguardar sus vidas, y hoy en día aún no se han logrado encontrar”. Este homenaje a las víctimas fue recibido por Javier Peña, quien desde la Unidad para las Víctimas destacó que representa esa pesadilla sufrida por más de 9 millones de colombianos, quienes con resiliencia transforman el dolor en esperanza y con este mensaje concluyó el conversatorio con el mensaje de unirse todos para construir la paz, como exigencia de las víctimas para su reparación.