Las comunidades del corregimiento El Sudán y el Consejo Comunitario Santo Madero, ubicadas en el departamento de Bolívar, avanzan en la implementación de sus Planes Integrales de Reparación Colectiva con acciones que buscan la dignificación de las víctimas, a través de piezas comunicativas como videos documentales, series de pódcast y libros.
La comunidad del corregimiento El Sudán y sus seis veredas, del municipio de Tiquisio, cuenta con un avance en su plan del 82%, mientras que la comunidad del Consejo Comunitario de Santo Madero, jurisdicción de San Jacinto, llega al 30% de avance en su plan el cual fue aprobado hace dos años.
El conflicto armado generó, en esta zona del país, múltiples daños que afectaron en gran medida el tejido social de las comunidades, así como las relaciones de los pobladores y los procesos que los unían. Es aquí donde las acciones de reparación colectiva que lleva a cabo la Unidad para las Víctimas desde su quehacer misional contribuyen a resarcir los daños colectivos ocasionados por el conflicto armado.
Corregimiento El Sudán y sus veredas
Con la participación de la comunidad se construyó un producto audiovisual que recogió el sentir de las víctimas y refleja el proceso de transformación de estas comunidades afectadas por la incursión de grupos al margen de la ley desde la década de los 90.
A esta pieza audiovisual se suman una serie de podcasts y un libro, cuya creación fue apoyada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) como parte del proceso de dignificación de las víctimas, verdad colectiva y memoria en esta comunidad, concebidos como una medida de satisfacción de su plan.
Consejo Comunitario de Santo Madero
Para esta comunidad, de una tradición oral muy relevante, era necesario que las narraciones sobre los daños colectivos e individuales, así como las formas para sobreponerse a las afectaciones que les ocasionó el conflicto armado, quedaran plasmadas en una serie de pódcast.
Es así que, en un trabajo articulado entre la comunidad, la Unidad para las Víctimas y el CNMH, se plasmaron sucesos importantes como su historia, la forma en la que se pobló el territorio, su cultura y las tradiciones que los une. Este proceso se desarrolló como parte de la implementación de una medida de satisfacción contemplada en su plan.
Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.
