Habitantes de los corregimientos de El Dorado y Villa Uribe, en el municipio de Montecristo vivieron una jornada inolvidable. El sol matutino iluminaba las aulas, mientras los niños, niñas y adolescentes, con sonrisas y miradas llenas de curiosidad, veían cómo sus espacios de estudio se transformaban ante sus ojos.
Esto, gracias a la entrega de una dotación valorada en 109 millones de pesos, gestionada por la Unidad para las Víctimas, en articulación con la Alcaldía de Montecristo. Ahora las aulas cuentan con nuevos pupitres, tableros, ventiladores y archivadores, beneficiando a cerca de 100 estudiantes de estas comunidades.

Heber Francis Suárez, de la Dirección de Gestión Social Humanitaria de la Unidad para las Víctimas, enfatizó el objetivo de este esfuerzo: “Estamos entregando estos elementos para ayudar a los estudiantes de la comunidad y fortalecer el arraigo de los niños en la institución educativa”.
Los estudiantes ahora disfrutan de un ambiente propicio para el aprendizaje. “Es un día especial, ver a nuestros niños felices es el mejor regalo”, comentó Adriana Lucía Navarro Centeno, trabajadora social de la Secretaría de Víctimas y Reconciliación de la Alcaldía de Montecristo.

Para la profesora María José Maldonado Hernández esta dotación representa una herramienta fundamental para mejorar la calidad educativa. “Nos llena de alegría saber que nuestros estudiantes tienen ahora un espacio digno, que les permitirá concentrarse y crecer académicamente”, afirmó.
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En cada rincón de las aulas se siente el impacto de esta jornada, una mejora que será aprovechada por todos los estudiantes de estos corregimientos. En este sentido, en El Dorado y Villa Uribe, las aulas ya no son las mismas, ya que se han convertido en símbolos de esperanza y dignidad.