Un ‘Acuerdo Humanitario Ya’, que contiene requerimientos mínimos “para que se respete la vida mientras se pacta la paz” fue propuesto el pasado fin de semana por las comunidades de la costa Pacífica en el Encuentro por la Paz de Buenaventura y el Pacífico Colombiano, que tuvo lugar en el Distrito de Buenaventura.
Este fue el acto de cierre de cinco días de trabajo conjunto en el que autoridades y procesos organizativos se dieron cita con entidades del Gobierno nacional, el Ministerio Público y la comunidad internacional.
Mario Angulo, coordinador regional del Proceso de Comunidades Negras (PCN) en el Valle, explicó que esta propuesta fue construida de manera colectiva con las voces de las comunidades y que propone unos “mínimos humanitarios para que los actores del conflicto permitan que nosotros podamos desarrollar nuestras actividades sin impedimento, que no nos recluten, desplacen, despojen, todo esto hace que no podamos vivir en paz”.
Añadió, además, que ese documento fue entregado al Consejero comisionado de Paz, Otty Patiño, e incluye un llamado para que el Gobierno “mire el conflicto de una manera integral, porque esta es una situación que estamos viviendo todos los territorios del Pacífico”.
Por su parte, Diego Estupiñán, habitante de la vereda La Gloria de Buenaventura, señaló que otra de las necesidades que plantea este ‘Acuerdo Humanitario Ya’ es el respeto de los actores del conflicto al gobierno propio y al territorio mismo y su medio ambiente.
Abilio Peña, director de Gestión Interinstitucional (DGI) de la Unidad para las Víctimas, resaltó la importancia de este espacio “porque es desde los territorios donde se dimensiona de fondo la paz en la que está empeñado el Gobierno nacional. En este espacio, las comunidades hicieron un llamado por un acuerdo que garantice los derechos a la movilización, a que los niños no sean reclutados, a que no los extorsionen”.
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Y concluyó: “Tenemos que articularnos, como lo viene haciendo la Unidad para las Víctimas desde el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV), para responder de manera integral a este proceso de dignificación de estas comunidades que han sido históricamente victimizadas”.