El pasado 21 de junio, en San José del Guaviare, se realizó la jornada de Instalación de la Consulta Previa con el pueblo Nukak, para avanzar en su proceso de reparación colectiva. El encuentro fue acompañado por el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo, la Alcaldía municipal, Naciones Unidas, la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y la Mesa Regional Amazónica (MRA).
Yadira Aguilar, delegada del Ministerio del Interior, preguntó en idioma Nukak: “¿Cuál es la definición que se acerca a Consulta Previa?”.
Manuel García, uno de los traductores Nukak, contestó: “Consulta previa es “preguntar o consultar” o Wa ū mene”.
Posteriormente, la delegada del Ministerio del Interior afirmó que estarán preguntando al pueblo Nukak cómo hacer el “camino” Tʉi’ chañūat nâma, es decir, el camino hacia la reparación colectiva que ellos entienden como “caminar/vivir bien para curar la tristeza”.

Es precisamente por ese “caminar/vivir bien” para el pueblo Nukak, que la Unidad para las Víctimas realizó esta jornada. La consulta previa es un derecho fundamental de los pueblos indígenas y grupos étnicos de Colombia y, en este caso, representa el paso inicial de las fases de caracterización del daño y formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) del pueblo Nukak, el cual busca implementar mecanismos dirigidos a reparar los daños colectivos que sufrieron en el marco del conflicto armado.
“Ustedes, hoy como pueblo Nukak, han dicho: sí, vamos a avanzar en la construcción del Plan Integral de Reparación Colectiva. Y no solo participaron las instituciones sino también los pueblos indígenas y sus organizaciones que los van a acompañar en este proceso”, señaló Andrés Dhujiah Aguilar Estupiñán, director territorial para Meta y Llanos Orientales de la Unidad para las Víctimas.

Las y los Nukak son un pueblo indígena en contacto inicial. Desde su primer contacto oficial con la sociedad mayoritaria en 1988, han sufrido graves impactos, incluyendo enfermedades que redujeron su población en un 40% (durante los primeros cinco años) y episodios de violencia generados por el conflicto armado, como el despojo de su territorio tradicional y el desplazamiento forzado.
Estos factores han acelerado su proceso de cambio cultural y han puesto en riesgo su existencia. Actualmente, enfrentan altas tasas de mortalidad, problemas de consumo de sustancias psicoactivas, explotación sexual y desplazamiento. Además, su territorio está siendo afectado por la deforestación, ocupación de tierras y actividades ilegales.
“Para nosotros, como instituciones y como pueblos indígenas, es fundamental que todos los daños que han sufrido los Nukak en el marco del conflicto armado puedan ser reparados de forma integral”, mencionó Lizbeth Bastidas Jacanamijoy, subdirectora de Reparación Colectiva de la Unidad para las Víctimas.
La construcción del Plan Integral de Reparación Colectiva del pueblo Nukak supone un reto significativo, dado el poco tiempo que llevan en contacto con la sociedad mayoritaria. Sin embargo, la Unidad para las Víctimas ha trabajado de manera participativa con este pueblo indígena, para garantizar el principio de comunicación plena con pueblos indígenas en contacto inicial, para este proceso ha contado con el apoyo de traductores. Además, ha realizado un ejercicio cuidadoso de traducción de conceptos técnicos a su lengua propia, para construir un proceso sensible y respetuoso con sus formas de entender el mundo.
“Queremos vivir en nuestro propio territorio, queremos retornar y vivir como antes. Con más comida, más saludables, donde podamos recolectar, dónde no hay enfermedad, donde no hay consumo de sustancias”, dijo ‘Chepito’ Mujpabu, traductor del pueblo Nukak.
Por su parte, el consejero mayor de la ONIC, Orlando Rayo, comentó: “Creo que es importante este trabajo que hemos empezado porque va a ser el punto de la vida de las y los hermanos Nukak, para que sigan viviendo como un pueblo indígena. Cada esfuerzo que hagamos nosotros, será de corazón, de espíritu y de pensamiento”.

José Homero Mutumbajoy, consejero de Derechos Humanos de la OPIAC, coincidió: “Somos una organización indígena garante para que el pueblo Nukak tenga una atención inmediata en aras de poder tener esa reparación colectiva. Este es un espacio histórico para el pueblo Nukak”.

Con la aprobación del pueblo Nukak para avanzar en su Plan Integral de Reparación Colectiva y continuar con las fases de caracterización del daño y la formulación del PIRC.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.