Este viernes, Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, se reunió con las autoridades tradicionales y voceros del Consejo Regional Indígena de Risaralda (CRIR), grupo que adelanta una minga con un pliego de peticiones al Gobierno nacional para lograr condiciones de una vida digna.
Sobre las peticiones que le competen a la Unidad para las Víctimas, Solano anuncio la ruta de cumplimiento : la entidad, a través del Fondo para la Reparación, gestionará dos predios en Risaralda para que los resguardos que hacen parte del CRIR puedan llevar a cabo acciones colectivas como proyectos productivos y un centro de pensamiento para seguir cultivando sus costumbres y cosmovisión.
“Hemos estado en constante diálogo con los delegados y delegadas de esta minga, discutiendo sobre los retornos, la reubicación y las necesidades de una comunidad históricamente postergada, víctima del conflicto armado y en su mayoría viviendo en condiciones de pobreza extrema. Este gobierno ha llenado de esperanza al pueblo Emberá, y la Unidad para las Víctimas honrará los acuerdos alcanzados, porque están fundamentados en derechos inalienables,” afirmó Solano.
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Agregó que este proceso con la minga y los de retornos y reubicaciones con los otros grupos que llegaron a Bogotá exigiendo derechos hacen parte de las conversaciones con la nación Emberá que desde hace meses adelanta la entidad para reparar integralmente a uno de los pueblos étnicos más grande del país.
“Nosotros hemos tenido la oportunidad de reunirnos con un grupo de líderes y lideresas de la nación Emberá para una reparación integral. Esta conversación que tenemos sobre los predios, los bienes, se enmarca en los acuerdos con la nación Emberá”, resaltó.