“Manos que sanan” fue el nombre escogido por las mujeres emprendedoras víctimas del conflicto armado para el acto de cierre de los diálogos transformadores en la Plaza de la Paz en Barranquilla que incluyó una pasarela con diseños, peinados, maquillajes y modelos propias.
Lo ocurrido en la capital del Atlántico es una muestra del poder transformador que tienen las víctimas para convertir su realidad en resiliencia.
Muy temprano llegaron las mujeres que hace un tiempo decidieron transformar su dolor en fuerza. Cada una de ellas tiene una historia de lucha y un propósito común, sanar y empoderarse a través de la belleza.
Ellas desarrollaron un espacio en el que el brillo del maquillaje y el corte preciso de las tijeras se convirtieron en actos de resistencia. Cada emprendimiento más que un negocio, es un refugio, un lugar donde las mujeres pueden reinventarse y volver a creer en sí mismas.
La Unidad para las Víctimas auspició la actividad, mientras que el Sena puso los stands para exponer los productos y artesanías elaborados por las mujeres emprendedoras, también hubo pantalla digital para proyectar imágenes y sonido de calidad a la altura de los eventos internacionales.
La directora territorial de la Unidad para las Victimas en Atlántico, Yesenia Pérez, manifestó: “Este tipo de actividades sacan a relucir el poder transformador de las mujeres solo así y con la disposición de la institucionalidad se podrá cumplir el objetivo de tener a las víctimas en el centro de la misionalidad de manera que accedan a sus derechos y se logre la reparación integral con garantías de no repetición”.
Por su parte Érika Karina Jaramillo Quiroz, madre de tres hijos desplazada por la violencia y víctima del conflicto armado, quien tiene su taller en casa y es diseñadora contó cómo desde pequeña se interesó por la costura.
“Yo veía a mi madre coser en su máquina haciéndole ropa a mis hermanos con telas de sábanas. Eso me motivó para dedicarme a la modistería, una actividad que me apasiona y se ha convertido en el sustento de mis hijos” señaló.
A través de estas actividades la Unidad para las Víctimas ratifica su compromiso con la dignificación de todas las víctimas del país con el objetivo de avanzar en la reparación integral y con el claro propósito de tener un país reconciliado, en paz y con garantías de no repetición.