“Que los adultos respeten nuestros derechos y necesidades”: niñas y niños de Buenaventura

La Unidad para las Víctimas acompañó, en Buenaventura, el encuentro ˈNuestra voz cuentaˈ, con niños, niñas y adolescentes de la Corporación Kikabila, la Fundación Emnaluz y del Resguardo Indígena Chagpien Tordó que permanecen en situación de desplazamiento.

Niños de la Corporación Kikabila, la Fundación Emnaluz y del Resguardo Indígena Chagpien Tordó que permanecen en Buenaventura en situación de desplazamiento, participaron este fin de semana de la actividad ˈNuestra voz cuentaˈ, con la cual la Unidad para las Víctimas conmemoró los 35 años de la ˈConvención sobre los derechos del niñoˈ. 

Este espacio también tuvo como fin fortalecer la prevención de reclutamiento de menores de edad para el conflicto armado, así como el afianzamiento de espacios protectores para niños, niñas y adolescentes.  

“Los niños no son el futuro, son el presente y todos los esfuerzos que hagamos por protegerlos son necesarios. Desde la Unidad para las Víctimas nos sumamos a esta gran necesidad de trabajar por ellos y por la garantía de sus derechos”, dijo la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, Rosiris del Socorro Angulo. 

Esta jornada tuvo lugar en la Fundación Escuela Taller de Buenaventura e incluyó momentos entorno a la música y al juego en los cuales los niños, niñas y adolescentes alzaron sus voces. 

“Queremos que los adultos respeten nuestros derechos y necesidades, y que tengamos un mundo en armonía”, dijo Enan Yosué, uno de los pequeños que participó del espacio. 

La canción ˈA la guerra no voyˈ escrita y cantada por niños y niñas de la Fundación Batuta, fue uno de los ejes del trabajo conjunto, reflexionando sobre sus frases y cantando juntos.

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La Unidad para las Víctimas mantiene el compromiso de trabajar con las comunidades no solo en acciones que reparen, sino que ayuden a prevenir la participación de niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado.