Esta semana fue socializado el plan de trabajo para el cuarto año del programa “Liderando por la Paz” que implementan la Fundación Plan y Unidad para las Víctimas en Quibdó y Tumaco, con recursos del Gobierno canadiense a través de Global Affairs Canadá.
En el componente de fortalecimiento institucional, el plan de trabajo busca que los niños puedan ejercer sus derechos a la protección, reconciliación y reparación integral en los departamentos de Chocó, Nariño y Valle del Cauca, así como fortalecer el Sistema Nacional de Atención y Reparación integral a las Víctimas (SNARIV) para atender, asistir y reparar a esta población con enfoque de derechos de niñez, étnico y de género.
Es así que, para alcanzar este objetivo en los municipios de Tumaco y Quibdó, se llevan a cabo capacitaciones y asesorías a los servidores públicos, la producción de material pedagógico, planes de mejora, e intercambio de experiencias y todo el acompañamiento técnico a la Unidad y entidades del SNARIV en materia de atención a niños, niñas y adolescentes.
De igual forma, en el componente de ciudadanía e incidencias políticas a favor de la paz, ha logrado que los niños y adolescentes víctimas del conflicto sean actores activos en la construcción de Paz con mayor capacidad de resiliencia frente a la violencia y además de que logren obtener una mayor incidencia en la toma de decisiones frente a la política pública de atención, asistencia y reparación integral.
“Liderando por la paz” también ha desarrollado actividades de diagnóstico en comunidades escolares para la identificación de prácticas de protección que favorezcan la garantía de derechos en el marco del componente de “entornos protectores”, desde lo individual, lo comunitario y lo institucional, así como ha aportado al fortalecimiento de figuras claves para la protección de los niños.
Otro de los aspectos que se vienen desarrollando en el marco de este programa, tiene que ver con el empoderamiento económico transformador de género, con el que se ha logrado mejorar el capital humano, social y financiero de jóvenes y especialmente de mujeres. En ese sentido, la educación financiera, la cultura del ahorro, la formación en emprendimiento y diseño de planes de negocio han permitido y permitirán el fortalecimiento de esta población.
En el contexto de la emergencia sanitaria por la COVID-19, el programa “Liderando por la paz” ha fortalecido el uso y apropiación de herramientas tecnológicas por parte de los líderes comunitarios, la importancia y efectividad del trabajo desde la casa, permitiendo el avance en la ejecución del plan del trabajo.
El programa ha beneficiado a más de 78.000 víctimas del conflicto, especialmente a niños, niñas, adolescentes y jóvenes víctimas del conflicto de los departamentos de Chocó, Nariño y Valle del Cauca, y espera que, al finalizar el programa, cerca de 140.000 personas se hayan beneficiado gracias a sus estrategias.
(Fin/SSS/LMY)