En Mapiripán, meta, no quedó más que un silencio sepulcral luego de que cesó la oscuridad aterradora. Era julio de 1997 y el pueblo, conocido por su tranquilidad y sencillez, fue marcado con una dolorosa huella en la memoria histórica de Colombia. Durante cinco largos días, grupos paramilitares irrumpieron invadiendo casas, desplazando familias y arrebatando vidas, mientras señalaban a las y los habitantes de ser guerrilleros o colaboradores.
Quienes sobrevivieron, lo hicieron para contar una historia de sufrimiento, pero también para luchas de manera incesante por la justicia y la verdad. Una lucha que ya que lleva 27 años. El casco urbano del municipio fue declarado en 2015 por el Estado como Sujeto de Reparación Colectiva (SRC) por los hechos de violencia que sufrieron sus habitantes en el marco del conflicto armado.
Posteriormente, durante la implementación de una fase de la ruta de reparación colectiva, se concluyó que las violaciones a los derechos humanos no solo afectaron al grupo originalmente identificado, sino también a las comunidades rurales circundantes. Por ello, desde ese momento se incluyeron en el proceso 46 veredas y ocho inspecciones adicionales.
Desde entonces, la Unidad para las Víctimas, en colaboración con diversas instituciones territoriales, nacionales e internacionales, ha estado trabajando arduamente en el diseño y formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) del municipio. Esto ha constituido un desafío significativo, ya que también se están elaborando los PIRC para los sujetos étnicos de reparación colectiva de ese municipio: Pueblo Jiw, Resguardo Caño Ovejas, Resguardo Indígena Caño Jabón y Asentamiento Indígena Chaparral ‘Makuwaja’, estos últimos tres pertenecientes al pueblo Sikuani.
“Realmente hay un atraso histórico con estos procesos. Por ejemplo, el Sujeto de Reparación Colectiva de Mapiripán tiene notificación desde el 2015, entonces nos proponemos sacar adelante el PIRC de Mapiripán (el municipio), para este año”, mencionó Andrés Dhujiah Aguilar Estupiñán, director territorial para el Meta y los Llanos Orientales de la Unidad para las Víctimas, en un encuentro de diálogo organizado por la Gobernación del Meta.
Dicho encuentro contó con la presencia de representantes de la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas del municipio, el Comité de Impulso del Sujeto de Reparación Colectiva de Mapiripán; César Santoyo, director territorial de la Unidad de Restitución de Tierras en Meta y Guaviare y los municipios de Medina, Paratebueno y Ubalá en Cundinamarca, además del alcalde de Mapiripán, Cesar Julio Arenas.
Además, durante el 18 y 19 de mayo, se realizó una jornada móvil de atención y asistencia a la población étnica y víctima del municipio, donde se atendieron a 70 personas y se entregaron ocho cartas de indemnización por un valor superior a los 105 millones de pesos.
El director territorial para el Meta y Llanos Orientales de la Unidad para las Víctimas acompañó esta jornada y orientó a autoridades indígenas del pueblo Sikuani, quienes solicitaban información sobre los procesos de los planes de reparación colectiva de sus comunidades.
Luego, hizo presencia en ‘Gobierno Presente’, un espacio de participación ciudadana, en el que se presentó toda la oferta institucional de la Gobernación, la Alcaldía y las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV). El encuentro se llevó a cabo en polideportivo del municipio, donde el director territorial ratificó el compromiso de la Unidad para sacar adelante los cinco PIRC del municipio y la necesidad de trabajar articuladamente.
La masacre de Mapiripán es un episodio que marcó con una estigmatización prolongada de ‘zona roja’ al pueblo. Pero hoy sus habitantes quieren dar a conocer las maravillas que se alojan en un territorio que hoy es de paz. “Hay lagunas, hay ríos, hay buenos paisajes. Agradecemos cuando vienen las entidades y turistas y se llevan otra realidad, esa es la que vivimos a diario”, afirmó Héctor Fredy Patiño, integrante del Comité de Impulso del Sujeto de Reparación Colectiva de Mapiripán
Además, el municipio está ganando reconocimiento nacional e internacional como un destacado sitio para el avistamiento de aves. La Red Nacional Jóvenes de Ambiente Nodo-Mapiripán, Meta, a través del Club de Observadores de Aves de Mapiripán “COAM”, ha logrado identificar y recopilar datos sobre las aves presentes en la región, entre las cuales se encuentra gran diversidad de especies amazónicas.
A corte de abril de 2024, hay 4.202 víctimas en Mapiripán, es decir, el 55,5% de la población del municipio, lo que lo convierte en uno de los procesos más significativos en el Meta en términos de cantidad poblacional y que requiere enfocar los esfuerzos institucionales en la reparación integral y efectiva de los sobrevivientes del conflicto armado.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.