Con 19 toneladas en alimentos y artículos de aseo, en el marco de la atención humanitaria y bajo el principio de subsidiaridad, la Unidad para las Víctimas cumplió este miércoles con la asistencia a las familias representadas en 2.021 personas asentadas en el parque municipal Santiago Canabal de Tierralta, Córdoba, quienes denunciaron abusos por parte de la fuerza pública el pasado 11 de septiembre.
Los kits entregados están compuestos por productos como aceite, arroz, arveja, chocolate, café, comino molido, galletas de soda con sal, fríjol, harina, jamón, leche, lenteja, zanahoria, atún, azúcar, maíz, lenteja, panela, pasta, pollo, sal y sardinas. Así mismo, recibieron implementos de aseo como cepillos de dientes, crema dental, preservativos, esponjillas, jabones de baño y para ropa, máquina de afeitar, papel higiénico, toallas higiénicas y fósforos.
El director territorial de la Unidad para las Víctimas en Córdoba, Marcelo Vega, lideró la jornada de asistencia humanitaria, informó que: “La Unidad busca brindar asistencia humanitaria a estos miles de personas del Alto Sinú, donde también se asienta una cantidad considerable de población infantil, que requieren de todo el apoyo posible por las difíciles condiciones en que se encuentran”.
El funcionario recordó, además, que la Unidad para las Víctimas, a través de la Subdirección de Prevención y Atención a Emergencias y el equipo territorial, ha venido coordinando la atención a estas comunidades y las acciones por parte de las entidades de orden municipal, nacional y territorial, que permitan el restablecimiento de derechos a esta población.
En la jornada de entrega de las ayudas estuvieron presentes funcionarios de la alcaldía municipal, la Defensoría del Pueblo, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Policía Nacional, la Personería Municipal, el cuerpo de Bomberos, así como líderes y lideresas de la comunidad.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.