Tras la ejecución e implementación de un total de 27 acciones, el plan de retornos y reubicaciones de la ciudadela Salamanca en Pereira, se cerró por parte de la Unidad para las Víctimas, convirtiéndose en el tercero en culminar a nivel nacional.
Los primeros dos planes que se cerraron en todo el territorio nacional pertenecen también a la territorial del Eje Cafetero de la Unidad para las Víctimas, que son los de Norcasia y Marquetalia.
“Este ha sido un proceso muy lindo porque nos ha ayudado a crecer como comunidad no solo en el tema físico, si no en cuanto al tejido social, es un sector totalmente diferente al que encontramos cuando llegamos y eso se hace a través de las entidades y de la resiliencia que nosotros hemos demostrado como sector”, expresó Amelia Borja, lideresa de la ciudadela.
En total fueron 11 acciones que apuntan a la superación de la situación de vulnerabilidad de las familias, 2 acciones para la generación de ingresos y 14 acciones integración comunitaria y arraigo territorial.
“Hay que reconocer todo el trabajo que ha realizado la Unidad para las Víctimas gestionando en cuanto a mejoramientos locativos y a la vez en los aspectos emocionales de la población, ojalá podamos seguir trabajando en equipo y transformando a Salamanca en el mejor lugar para vivir en paz”, manifestó Cruz Ángel Machado, presidente de la Junta de Administradoras Locales.
Entre las acciones más relevantes está la construcción y posterior dotación de la caseta comunitaria, acompañado de un trabajo de recuperación emocional con la estrategia ‘Tejiéndonos’, implementada por profesionales psicosociales de la Unidad para las Víctimas.
“Estos procesos colectivos mediante los cuales son las víctimas de la mano de la entidad las que nos muestran el camino para superar las tremendas dificultades que sufrieron en el conflicto, son sin duda el reflejo de su verdadero poder transformador”, señaló Luis Eduardo Torres, director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero.
El costo de implementación de este plan de retornos y reubicaciones fue de 180 millones de pesos.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.