La Unidad para las Víctimas acompañó entrega digna de restos óseos a familiares de víctima de “falso positivo”

En Barranquilla, Atlántico, la Unidad para las Víctimas lideró las jornadas de concertación de medidas contempladas en el Proyecto del Plan Integral del Sujeto de Reparación Colectiva (PIRC) de la Universidad del Atlántico.

La última vez que los familiares de José Manuel Caballero Rodelo le vieron con vida fue hace más de 15 años. Fue a inicios de abril del año 2008, cuando salía de su casa en Guaranda, Sucre. Se dirigía hacia Puerto Berrío, Antioquia, para atender una oferta de trabajo. Tenía 23 años.

Dos días después no sabían nada de él. Lo buscaron y nunca lo encontraron. Hoy, la espera terminó. No volvió a casa como su familia deseó, pero regresó y lo hizo para nunca más irse.

Una comisión institucional liderada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), acompañada de la Unidad para las Víctimas, la Justicia Especial para la Paz (JEP), el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y el Instituto de Medicina Legal – regional Sucre, hizo una entrega digna de sus restos a la familia de José Manuel Caballero Rodelo.

Esto, luego de un trabajo institucional articulado que permitió su ubicación, saber lo que pasó en los últimos momentos de su vida y cómo este joven se convirtió en una víctima del Estado que engrosa la lista de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por la fuerza pública, más conocidas como “falsos positivos”. Para su familia es clave contarle al mundo quién era José Manuel, pero, sobre todo, decir en voz alta quién no era.

“Mi hermano no era ningún guerrillero, ni un delincuente, ni mucho menos. Era un muchacho trabajador, decente, que le caía bien a todo el mundo por aquí”, recuerda Adonai, quien es solo un año menor que José Manuel, llevaba casi 2 años sin verlo porque se encontraba activo en el Ejército al momento de su desaparición.

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“Ha sido muy doloroso para todos nosotros pasar todos estos años sin él, sabiendo hoy lo que le sucedió y cómo le sucedió, pero podemos tener algo de descanso ya”, agregó Adonai, recordando la memoria de su hermano.

El rol de la Unidad para las Víctimas durante la jornada consistió en brindar el acompañamiento y atención con enfoque psicosocial a la familia Caballero Rodelo, para la entrega digna de José Manuel.

Adicionalmente, sus familiares recibieron información sobre la ruta de valoración y registro que la entidad tiene a disposición de todas las víctimas del conflicto armado, con la finalidad de que, si así lo consideran, puedan solicitar su inscripción en el Registro Único de Victimas (RUV), a través de la vía administrativa. Con este paso iniciarían la exigibilidad de los derechos que amparan a todas las víctimas del conflicto armado, contemplados en la Ley 1448 de 2011.

La jornada de acompañamiento institucional a las y los integrantes de la familia Caballero Rodelo se desarrolló de forma eficaz durante dos días en Guaranda, en la zona de La Mojana sucreña. Durante el primer día se hicieron ejercicios de sensibilización, reflexión y aceptación de este nuevo paso para finalmente recibir a José Manuel, en su condición de víctima desaparecida.

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Durante el segundo día de encuentro, recibieron toda la asistencia técnica y legal, espacio en el que la familia conoció cómo fue el proceso de investigación, cotejo y verificación en el caso de José Manuel, la identificación de su cuerpo, y el acompañamiento legal y forense que tuvo el proceso. En este espacio, la familia tuvo oportunidad de hacer todas las preguntas que consideraron necesarias para tener claridad sobre los hechos que causaron que su familiar no regresara a casa.

Finalmente, ya con el cofre que contenía las cenizas de José Manuel, los familiares y representantes de las instituciones acompañantes se dirigieron a casa de la familia, donde se conmemoró la vida de José Manuel con una misa católica, como sus allegados decidieron y al final de la tarde se le dio cristiana sepultura.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.