Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

122 familias embera regresan a sus resguardos

Desde Bogotá, Ibagué, Pereira y Quibdó emprendieron ese viaje de retorno con el que dejarán atrás su condición de desplazados. La próxima semana otras 72 familias regresarán.

Cuando llegó la hora de subir a los buses hubo aplausos. Los embera sonríen poco en presencia de extraños, pero ante el anuncio de la partida dejaron la timidez.  Eran 196 personas emprendiendo un camino de retorno hacia Chocó, ese territorio que debieron abandonar llenos de miedo hace cinco años o más.

A estos 46 hogares que partieron desde Corferias, en el corazón de Bogotá, se les sumaron más tarde otros 33 que estuvieron albergados en el occidente de la capital. Son en total 485 personas que comenzaron en la noche del jueves 20 de diciembre una caravana de nueve buses que los lleva por carretera hasta Pueblo Rico (Risaralda), y desde donde emprenden a pie, y con sus enseres a lomo de mula, el último recorrido hasta llegar a sus resguardos en Chocó. 

Allí los esperan sus familias y vecinos para empezar de nuevo una vida de campo, en la que el dinero no es la mayor preocupación y donde el ruido de los carros y los afanes de los transeúntes no se conocen.

“Aquí se sufre, en nuestro territorio no”, dijo Juancho Murry, uno de los líderes de esa comunidad al despedirse de Bogotá. Iba con su esposa y dos hijos, lleno de alegría por ver otra vez a sus hermanos. En la ciudad trabajó reciclando y aprendió a tejer mochilas, a tocar guitarra, conoció el papel higiénico y terminó el bachillerato. De todas formas se va agradecido.

Entre su carga lleva un kit de agricultura que le entregó el distrito con el que espera volver a las labores de la tierra. Va entusiasmado también de reconstruir su casa, caída después de años de abandono. Sabe que la Unidad para las Víctimas estará ahí para acompañarlo a él y a todos los 194 hogares que hacen parte de este gran retorno embera hasta que el proceso de llegada y adaptación haya culminado.

“Son normalmente entre 8 y 12 meses de acompañamiento que hace la Unidad con las familias que retornan a sus tierras. Los acompañamos hasta que tienen plenamente garantizada su vivienda y subsistencia, a través de proyectos productivos”, explicó Ramón Rodríguez, director de la Unidad para las Víctimas, quien estuvo presente para despedirlos.  A cada uno le entregó un clavel como símbolo de dignificación.

La dignidad es una de las condiciones básicas para un retorno. Las otras son la seguridad y la voluntariedad.  Y por eso, como en cualquier despedida, también hay lágrimas, porque algunas familias decidieron quedarse en Bogotá. Doralba Sintuá, de 18 años, vio partir a su mamá, su papá y sus hermanos en uno de los buses y quedó de pie sosteniendo un bebé de siete meses, con la fe puesta en la educación que puede recibir en Bogotá.

Igual lo hicieron Elcia Dumasa y su esposo, un miembro de la comunidad embera chamí próximo a graduarse de derecho. Ella, embera dobida, se acaba de graduar de auxiliar de enfermería y decidió que cuando vuelva al resguardo, en un par de años, será un ejemplo para los demás.

Otras familias volvieron enteras. Luis Alfonso Birricha iba con su esposa, su suegra, sus doce hijos y un nieto. En Bogotá tuvo muchos oficios, como sabe que los tendrá en el resguardo Andágueda, de Bagadó (Chocó), de donde salió hace seis años desplazado. Si en la ciudad fue aseador, comerciante y vendedor ambulante, en su tierra será serrador, labrador, agricultor, pescador…  Siempre está dispuesto a todo por ellos, que también van felices de regresar.

Su trasteo son 37 lonas, 3 bicicletas, un equipo de sonido, un par de escobas y algunos paneles solares que esperan poner a funcionar cuando reconstruyan la casa.  María Telma, la mayor de las hijas de la familia, lleva además un bebé de 3 años nacido en Bogotá, y un montón de expectativas. “Quiero ir a trabajar la tierra. Bogotá es aburrida para mí”, dice en un español difícil que adorna con una sonrisa.

Antes de partir se tomó fotos con los bogotanos que estaban allí para despedirlos, y tomó asiento en una de las sillas del bus donde se dispuso para dormir. Ya era de noche y el camino era largo.

Cuatro puntos de partida

En el resguardo los espera su gente. Mientras ellos viajaban, Raúl Guasiruma, gobernador mayor unificado embera, envió desde el Alto Andágueda un mensaje de bienvenida y agradeció a la Unidad para las Víctimas por hacer posible ese retorno de 823 miembros de la comunidad embera “a la tierra que los vio nacer”.

Porque no solo partieron las 485 personas desde Bogotá. En la madrugada del viernes también emprendieron camino de regreso desde Ibagué, Pereira y Quibdó.

Desde Ibagué viajaron 86 personas pertenecientes a 18 familias, a quienes la Unidad les brindó alimentación y elementos de aseo. “Estamos  agradecidos con Dios y con la Unidad para las Víctimas por ayudarnos a regresar con nuestras familias. Con el apoyo del gobierno vamos a salir adelante”, expresó Jorge Tocobía, líder de la comunidad embera en la capital del Tolima.

En Quibdó, Faustino González Cintua, representante de las ocho familias que retornan, agradeció el trato que recibió en la capital chocoana y se manifestó contento de volver a su territorio. A las 5 de la mañana del viernes, justo antes de empezar el camino de ocho horas en chiva que los separa de la comunidad Vivícora en el Alto Andágueda donde se asentarán, hizo una oración en su lengua natal para las 33 personas que viajaron.

A las 4 de la mañana arrancaron desde el parque La Libertad, de Pereira, 67 personas, de 17 núcleos familiares. Su felicidad de retornar se multiplicará cuando se encuentren con los embera que retornan desde los otras ciudades del país.

 “Volver significa dejar de ser desplazados y es posible gracias al Acuerdo de Paz”,  explicó Juancho Murry antes de salir de Bogotá.

En total, la Unidad para las Víctimas acompañará y liderará el retorno de 194 familias embera katio chami a sus territorios. Son 823 personas que regresarán a los resguardos Alto Andagueda, Gito Dokabu y Unificado Chami, este último en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató (Risaralda).

Compartir en redes:

En el marco de la conmemoración del Día de la Memoria ...

Tras reunión con la Unidad para las Víctimas, la Gobernación del ...

El Resguardo Ampuile o Ambaló, ubicado en el municipio de Silvia, Cauca, resguardo ha sido víctima de todos los tipos de violencia, donde actores armados han desarmonizado su territorio con incursiones y hostigamientos.

La campaña electoral de 1986 tuvo como hito la elección de 14 congresistas, 18 diputados, 20 consejeros en los territorios nacionales y 335 concejales por parte de la Unión Patriótica (UP), un partido de izquierdas que surgía del proceso de paz con las FARC-EP.

Especiales web

Contenidos multimedia sobre los temas que son noticia en Colombia.

Videos

Un espacio en video para nuestra audiencia: reportajes, entrevistas, documentales

Podcasts

Dos de cada Diez

Historial de noticias

Consulte las noticias del 2015 al 2022