En 2001, los hermanos Luis y Leonardo Caisales Dogenesama, integrantes del pueblo Emberá Chamí, se vieron afectados tras hechos ocurridos en el marco del conflicto armado, lo que derivó en graves violaciones a sus derechos humanos con el homicidio de Luis y la privación injusta de la libertad de Leonardo, luego de ser señalados de pertenecer a grupos armados organizados.
Hoy, 23 años después, el Estado colombiano, a través de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica, reconoció su responsabilidad internacional por estos hechos luego de un proceso de concertación con la familia que se pudo cumplir con el acto de reconocimiento que se realizó este viernes, 6 de octubre de 2023 en el municipio de Pueblo Rico, Risaralda.
En este proceso, participó la Unidad para las Víctimas, con el apoyo de su equipo directivo y de Contribuciones a la Verdad, la Convivencia y las Garantías de No Repetición.
“Lamentamos profundamente los hechos sucedidos y la gran pérdida que esto ha significado para la familia Caisales, su comunidad y para todos sus seres cercanos, quienes han vivido durante todos estos años la dolorosa ausencia de Luis. Reconocemos que su vocación de liderazgo y trabajo por su comunidad fue truncada en medio de estos dolorosos hechos, perdiendo una gran oportunidad para mejorar las condiciones de vida y el fortalecimiento de su comunidad”, manifestó la directora de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora.
Y agregó: “También reconocemos y lamentamos profundamente los hechos sucedidos al señor Leonardo Caisales y su doloroso proceso en búsqueda de justicia y de reparación integral. El inmenso dolor y peso que ha cargado en estos años por la pérdida de su hermano, la estigmatización y persecución judicial de que fue víctima y, finalmente, su infructuosa búsqueda de justicia”.
En medio del evento, Elías Caisales, padre de Luis y Leonardo, habló sobre el proceso de liderazgo de sus hijos, así como de los daños y afectaciones que sufrieron como familia tras el asesinato de Luis y la búsqueda de justicia para reivindicar su nombre.
“Quiero recordar a mi hijo, quien murió el 3 de diciembre de 2001, pero siempre ha permanecido aquí con nosotros, espiritualmente. A él le gustaba organizar al pueblo indígena, era respetuoso de las autoridades y las leyes, no se metía con nadie, pero a pesar de eso lo tildaron de guerrillero, cosa que nunca fue cierta, hoy estoy aquí para limpiar su nombre y su honorabilidad”, dijo. Y, además, le pidió al Estado seguir trabajando por la paz, la reparación y la reconciliación.
A su turno, la subdirectora de la Unidad para las Víctimas, Sonia Londoño Niño, indicó que la entidad, de la mano con las demás instituciones del Estado, seguirá trabajando por la reparación a las víctimas y propiciando espacios para su reconocimiento y dignificación.
“Esta no es solo una oportunidad para recordar la memoria de Luis y rendir un homenaje a la lucha de Leonardo y toda la familia Caisales, sino también para reconocer los nuevos liderazgos que ellos han ejercido en su comunidad. Esto no es fácil de superar, pero vemos con esperanza que ahora están surgiendo nuevos liderazgos, esta es también una forma de recuperar la memoria, la resistencia de la comunidad que no se desplazó y la búsqueda de la justicia para limpiar el nombre de la familia y reivindicar su papel en el territorio”, argumentó la subdirectora Londoño.
El proceso hacia el reconocimiento
La muerte de Luis y la privación de la libertad de Leonardo, quienes ejercían para el momento de los hechos un liderazgo en el gobierno propio, en los componentes de salud y educación, generó daños colectivos en el resguardo y en su familia, cuya lucha por la búsqueda de la verdad y la justicia ha sido inquebrantable.
Este Reconocimiento de Responsabilidad Internacional por parte del Estado en el caso 12.843 en trámite ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tiene un gran significado para la familia Caisales, las autoridades propias del territorio y para el pueblo Emberá Chamí en general, ya que da cuenta de un momento histórico para las víctimas y los pueblos étnicos de Colombia.
Este acto se enmarcó en la medida de satisfacción incluida en el Acuerdo de Solución Amistosa suscrito el 21 de diciembre del año 2022. La Unidad para las Víctimas prestó su acompañamiento para la materialización de esta medida, que busca aportar a mitigar los daños morales ocasionados a las víctimas en el marco del conflicto.
Además de la familia Caisales, la Unidad para las Víctimas y la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, también acompañaron en este espacio, la Defensoría del Pueblo, la Alcaldía de Pueblo Rico, la Gobernación de Risaralda, el Ministerio de Educación, Artesanías de Colombia, la Personería Municipal y la Mesa Municipal de Víctimas, entre otros.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
