Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Con obras comunitarias que arraigan a su gente, avanza la reparación colectiva en Dabeiba

El plan de reparación colectiva a las víctimas del corregimiento La Balsita ubicado en el municipio de Dabeiba, Antioquia, avanza con más del 80 por ciento de implementación para resarcir los daños del conflicto armado.

Grupo de personas sosteniendo cinta larga en cancha de futbol

Las y los campesinos de la vereda Argelia, en el municipio de Dabeiba, volvieron a reunirse. Esta vez no salieron de sus casas para desplazarse por la incursión de grupos armados, sino para participar del acto de entrega de la escuela que los educa e integra como comunidad.

Para la mayoría de ellos que son víctimas, representa el mejoramiento de la infraestructura social y educativa en esta alejada zona rural de Dabeiba afectada por la violencia.

La adecuación de la institución educativa es una de las más de 20 acciones implementadas del Plan de Reparación Colectiva que coordina la Unidad para las Víctimas, con apoyo de la alcaldía y otras entidades para resarcir los daños causados por el conflicto armado en el corregimiento La Balsita y sus veredas (‘centro poblado La Balsita’, así se denomina el sujeto campesino de reparación colectiva).

“Esta es una de las comunidades en ruta de reparación que están priorizadas y que tiene más del 80 por ciento de cumplimiento, gracias a las acciones como el fortalecimiento de proyectos agrícolas y creación de una asociación de productores, rehabilitación y dotación (tecnológica y mobiliaria) de casetas comunales, canchas deportivas y las escuelas veredales”, expresó la directora de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo Avendaño.

También se implementó la estrategia psicosocial de rehabilitación comunitaria ‘Entrelazando’, que logró reconstruir las relaciones, los liderazgos sociales y la convivencia. Además, la recuperación de las tradiciones campesinas.

María Esther Castaño, sufrió el asesinato de SU hijo y el desplazamiento forzado, es una de las lideresas y tejedoras y reconoce que: “Para uno como víctima perder a un ser querido no se recupera porque la herida del alma sigue. Lo que antes era un miedo y una desconfianza cambió, ahora nos integramos y hemos recuperado la tranquilidad y las prácticas comunitarias que perdimos como: los convites, los conjuntos musicales y artísticos, los deportes”. 

“Venimos en recuperación”

Para el líder comunitario Alberto de Jesús Herrera Úsuga, expresó: “Con estos proyectos recuperamos esas prácticas sociales y culturales que teníamos y que fueron vulneradas por el conflicto. Con la reparación colectiva venimos en proceso de recuperación de tantos años muy duros que nos atrasó y ahora nos está sacando adelante”.

Durante casi 20 años, la disputa entre grupos armados afectó a la comunidad de La Balsita con homicidios, masacres, secuestros, desapariciones y reclutamientos forzados, desplazamientos masivos de población, confinamientos y hasta la quema de 25 viviendas.  

De los más de 882 sujetos de reparación colectiva en Colombia, incluidos en el Registro Único de Víctimas (RUV), 72 corresponden a municipios, comunidades campesinas, afrocolombianos, indígenas, población LGBTI y organizaciones de Antioquia.  

En estos planes se han implementado acciones como proyectos productivos y fortalecimiento a productores y organizaciones de víctimas, indemnizaciones colectivas, atención sicosocial, construcción, rehabilitación y dotación de infraestructura comunitaria, obras de memoria histórica y la recuperación de tradiciones y garantías de no repetición de los hechos.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir”, con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.