Un emotivo acto de cierre de las estrategias psicosociales dirigidas a niños y niñas se realizó este miércoles, 22 de noviembre, en Tuluá, Valle del Cauca, con la participación de 157 estudiantes de las instituciones Técnica de Occidente, Corazón del Valle y Alfonso López Pumarejo.
‘Los niños queremos libertad y paz’; ‘todos tenemos derechos’, ‘mis sentimientos son importantes’, fueron algunas de las frases que se escucharon en el espacio de despedida, luego de pasar por los encuentros grupales de las estrategias psicosociales ‘Saltando la cuerda’ y ‘Rotando la vida’, con las cuales se busca aportar a la recuperación emocional grupal de estos niños, niñas y adolescentes.
“Escuchando todo lo que ustedes nos dicen, reconocemos en ustedes el poder transformador que toca no solo a sus familias, sino a sus entornos escolares y comunitarios. Ustedes son el presente”, dijo Rosiris del Socorro Angulo, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca durante el evento.
En este encuentro, las y los niños recibieron un diploma de reconocimiento por su participación, así como un colibrí tejido en mostacilla que representa la transformación vivida durante todo este proceso.
“A veces no conversamos de lo que sentimos y sabemos que las familias nuestras sufrieron por el desplazamiento, pero no hablamos de eso. Me sentí muy bien en estas clases”, expresó una de las niñas que hizo parte de la estrategia.
Se estima que en Tuluá hay 33.759 víctimas del conflicto armado, lo que significa el 15,1% de la población del municipio.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
