Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

“Desde la Unidad buscaremos romper la indiferencia social hacia nuestras víctimas”

Mi saludo respetuoso y solidario a las víctimas del conflicto armado y sus familias en este día de conmemoración de los 20 años del atentado de las Farc-EP al Club El Nogal.

Hoy es un día para mantener la memoria de las 36 personas que fallecieron: 

Adriana García Mugno
Alejandro Guzmán Cruz
Alejandro Ujueta Amorocho
Ana María Arango
Andrés Ruiz Arizabaleta
Antonio Robayo Ferro
Catalina Muñoz Toffoli
César Caicedo Cruz
Dora Izquierdo
Eduardo Mutis
Fernando Sarmiento
Germán A. Munévar
Gustavo Forero
Hugo Oswaldo Silva
Jenny Castiblanco
Jenny Rocío Carri
Jiménez Triviño
Jorge Andrés Arango
Juan Manuel García P.
Juan Pablo Jiménez Pinzón
Juan Sebastián Carrillo
Luisa Fernanda Mugno V.
Luisa Fernanda Solarte A.
Manuel Antonio Ferro C.
Manuel Díaz Moreno
Marco Baracaldo
Marco Tulio Hernández L.
María Gladys Quiroga G.
Mariana García
Mauricio Domínguez
Óscar Enrique Barbosa
Rafael Anaya
Sergio Muñoz Salame
Yesid Castiblanco y
Una persona no identificada

Nombrarlas no es solo recordarlas, es también la manera de mantener viva su memoria y de resaltar el poder de resiliencia de sus familias.

En este nuevo momento de la Unidad para las Víctimas, que el presidente Gustavo Petro me ha encomendado dirigir, estamos empeñados en trabajar por la dignificación y reparación transformadora.

Es el momento de mirar a nuestras víctimas, a todas nuestras víctimas, desde la humanidad de su dolor, pero también desde ese poder transformador de realidades que solo ellas pueden lograr.

En honor a estas víctimas, las del Club el Nogal, y en el de las víctimas invisibilizadas, alejadas, estigmatizadas, empobrecidas, las de todos los lados, debemos trabajar por la no repetición de hechos como el que nos convoca en esta conmemoración.

La invitación generosa de las víctimas de El Nogal al preguntarse “¿Por qué si ellos dejaron las armas, nosotros no deponemos los odios?” nos muestra el talante de perdón y reconciliación que aprendemos todos los días de las víctimas del conflicto armado.

El legado que se fijó el Grupo Víctimas del Atentado de las Farc-EP al Club El Nogal de “Buscar senderos para dialogar, perdonar y reconciliarnos con aquellos que rompieron nuestras vidas” es una muestra clara de su nobleza y de su poder sanador. Las millones de víctimas en nuestro país nos siguen enseñando todos los días.

Quiero aprovechar este escenario para contarles que en la Unidad estamos creando el grupo de contribuciones a la verdad y la no repetición, con el fin fortalecer los actos de reconocimiento y de reparación simbólica, tanto para contribuir a la reparación individual de las víctimas, como a la difusión de los hechos que suscitaron violencia, de manera que toda la población sea consciente de lo que, por ningún motivo, nos debemos volver a permitir.

Las acciones de memoria, contribución a la verdad, reparación simbólica y reconocimiento de las víctimas y de su dignidad, así como de su rol como agentes de cambio y sujetos políticos son fundamentales en el marco del proceso de reparación integral.

En la Unidad para las Víctimas cambiamos para servir, y parte de este cambio pasa por reconocer en las víctimas del conflicto armado su poder para reconciliarse, reponerse y aportar a un futuro mejor.

En estos próximos tres años y medio buscaremos, desde la Unidad, romper la indiferencia social hacia nuestras víctimas, y de manera paralela a nuestra misionalidad, trabajaremos porque sean reconocidas en su dignidad como constructoras de paz.

Las víctimas del conflicto armado nos han mostrado que, desde su dignidad, es posible lograr grandes transformaciones en un país que se había acostumbrado a la guerra. Ellos y ellas son nuestros héroes.