Norbey Chavarro fue víctima de una mina antipersonal en 2005 y, años más tarde, decidió ponerse al servicio de las comunidades que viven en el departamento del Caquetá a través de la organización Sobrevivientes de Minas Antipersonal, Munición sin Explosionar y Trampas Explosivas ‘Unidos por la Vida’.
Desde esa organización no solo ha ayudado a quienes han atravesado por un proceso similar en la recuperación y promoción de sus derechos. También, junto a su equipo de trabajo, ha generado estrategias de prevención para que ningún otro miembro de su comunidad sea víctima de estos artefactos instalados en medio del conflicto armado.
Procesos como el que lidera Norbey fueron reconocidos este miércoles 7 de diciembre en medio de la Sexta Edición de los Premios CaMINA, el cual reconoce el trabajo realizado por los y las sobrevivientes de las minas antipersonal u otros artefactos explosivos que han adelantado actividades y proyectos enfocados en la protección de los derechos de estas víctimas.
La Unidad para las Víctimas fue una de las entidades que hizo presencia en esta premiación. En medio del evento, la directora, Patricia Tobón Yagarí, indicó que hay que seguir en la tarea de visibilizar estos casos, seguir registrándolos y transformar la política para erradicar esta problemática en el país.
“Las minas antipersonal y las municiones sin explotar son prácticas y estrategias que los actores armados han utilizado como mecanismo de control territorial. Esto ha dejado miles de víctimas en el país, con secuelas permanentes, consecuencias imborrables y pérdida de vidas”, señaló Tobón al indicar que, según el Registro Único de Víctimas (RUV), a la fecha se han reportado más de 12.000 de estos casos en el país. “Es por esa razón que hoy se hace necesario exigir erradicar su uso y limpiar los territorios”, agregó.
Tobón Yagarí también resaltó la importancia de este tipo de iniciativas para recordar la centralidad de las víctimas en la política de la Paz Total del Gobierno Nacional. “Iniciativas como esta garantizan la participación efectiva en el proceso de restablecer los derechos de las víctimas, para que tengan voz y voto en la construcción de nuestro futuro común”, dijo.
Finalmente, la directora de la Unidad indicó que “hay que resaltar la importancia de continuar fortaleciendo la asociatividad entre los y las sobrevivientes, las cuidadoras y todo el universo de víctimas del conflicto armado para complementar su atención y acompañamiento a medida que acceden a la reparación”.
(Fin/GGA/CMC)
