Unidad para las Víctimas acompañó el acto de reconocimiento del río Magdalena como víctima y sujeto de derechos en el contexto del conflicto armado

Durante el acto de reconocimiento, la Unidad para las Víctimas hizo un llamado a hacer una articulación institucional en las poblaciones rivereñas que brinde garantías de verdad, justicia, reparación y no repetición a las víctimas del conflicto armado del Magdalena Medio y de la región.

La Unidad para las Víctimas acompañó los actos simbólicos de reconocimiento del río Magdalena como víctima del conflicto armado colombiano e interviniente especial ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que se realizaron en el corregimiento El Guayabo de Puerto Wilches y en Barrancabermeja.

Ambas entidades coincidieron en que este reconocimiento es un hecho sin precedentes que representa un avance histórico en la justicia transicional al reconocer el profundo daño ambiental, social y cultural que sufrió el afluente más importante del país, como consecuencia del conflicto.

Paola Daniels, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio, aseguró que la entidad tiene el reto avanzar en la implementación de la Política Pública de Víctimas en la región y también la responsabilidad de acompañar integralmente a las comunidades rivereñas en el proceso de reconstrucción de su tejido social y ciudadano.

“Hagamos acuerdos entre las entidades relacionadas con la atención a las víctimas del conflicto armado y la implementación integral del Acuerdo Paz. Llevemos la justicia transicional a los territorios, implementemos acciones articuladas como entidades estatales que nos permitan brindar garantías de verdad, justicia, reparación y no repetición a las víctimas del Magdalena Medio”, señaló la directora territorial Daniels.

Durante la jornada, se realizó un acto de firma simbólica de un documento de reconocimiento de los derechos del río Magdalena, que fue acompañado por representantes de organizaciones, líderes sociales, colectivos de víctimas del conflcito y autoridades locales.

“El río Magdalena no solo transporta peces, lastimosamente, se sabe que muchos cuerpos fueron lanzados a su afluente, algunos fueron encontrados y otros no. Esa fue una de las principales causas por las que quisimos solicitar ante la JEP el reconocimiento del río como víctima. El agua de este río es una fuente de vida y se ha violado ese derecho con la contaminación”, señaló Luz América López, representante de la Corporación Regional para la Defensa de Derechos Humanos (Credhos).

Durante este acto, se honró la memoria del río Magdalena como un testimonio vivo de las atrocidades del conflicto: fue usado como fosa común, su cauce alterado por actores armados para encubrir crímenes, y su ecosistema gravemente afectado por la actividad extractiva del sector hidrocarburos, generando una masacre ambiental sostenida.

Además, la JEP detalló que en las sentencias de Justicia y Paz fueron identificados diferentes usos dados al río por los grupos paramilitares: como instrumento para ocultar la evidencia y la verdad, para cometer retaliaciones contra el grupo enemigo.

Este reconocimiento del río Magdalena se fundamenta en su valor como eje de identidad, sustento y espiritualidad de las comunidades ribereñas. Durante el evento se resaltó que el deterioro del afluente constituye una agresión directa al tejido social y ambiental, y su dignificación es clave para avanzar hacia la reparación integral de los territorios.

El evento contó con la participación de la Corporación Credhos, la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC), el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Unión Sindical Obrera (USO), el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, y la Coordinación del Magdalena Medio para la Participación de las Víctimas en el Caso 08 de la JEP, que investiga crímenes cometidos por la Fuerza Pública, agentes del Estado en alianza con paramilitares o terceros civiles.

La Unidad para las Víctimas reitera su compromiso de seguir contribuyendo a todos los procesos interinstitucionales que integran la ruta de reparación integral y dignificación de las víctimas del conflicto armado en las diferentes regiones de Colombia.