Un encuentro ancestral con sabedores y sabedoras de la cuenca del rio Quiparadó 

En un esfuerzo por preservar y transferir el conocimiento cultural ancestral, el Consejo Comunitario de la Cuenca del Río Quiparadó (Cococuquipa) de Chocó participó de este encuentro para revitalizar la sabiduría milenaria al interior de sus comunidades.

La Unidad para las Víctimas, en el marco y ejecución de los planes específicos de prevención, protección, asistencia y atención para comunidades negras y afrocolombianas, realizó en Riosucio, Chocó, una jornada en la que las prácticas tradicionales fueron protagonistas al compartir sus experiencias y saberes en medicina tradicional, agricultura sostenible y cosmovisión. 

“La ejecución de estos espacios nos ayuda a reflexionar sobre las diferentes situaciones que nos unen como comunidad”, indicó William Perea Reyes, representante legal de Consejo Comunitario de la Cuenca del rio Quiparadó. 

El chocolate caliente con fricaché y el bacalao de pescado con plátano y yuca cocida, platos típicos de la región, acompañados por el jugo de borojó y otras delicias de la comida típica chocoana fueron compartidas al ritmo de la chirimía, el aroma del “biche” y otras bebidas propias de su cultura. 

“Para mi comunidad, el trabajo que hacen nuestros sabedores y sabedoras ancestrales se refleja positivamente en nuestras comunidades y en la juventud que ha venido aprendiendo cómo nos curamos con las hierbas, con los símbolos de medicina tradicional”, afirmó Perea Reyes, quien también se encargó de resaltar la labor de las parteras.

En las comunidades negras, las y los sabedores son personas que poseen y transmiten el conocimiento heredado de sus ancestros y son vistos como guardianes de las tradiciones con la principal tarea de salvaguardar la identidad por medio del intercambio y preservación de sus prácticas o costumbres. 

Uno de los momentos más emotivos del encuentro fue la ceremonia de cierre, en la que las y los participantes reafirmaron su compromiso con la protección y difusión de sus conocimientos, fortaleciendo los lazos entre las comunidades y la relevancia de la sabiduría ancestral junto a el legado de las nuevas generaciones.  

“A este consejo comunitario le han dejado una tierra maravillosa para que podamos disfrutar de las riquezas y maravillas que tenemos en nuestro territorio, damos las gracias a dios y al apoyo que se obtiene mediante la implementación de los planes específicos; esta medida nos hizo recordar y sentir nuevamente la herencia de nuestros viejos”, concluyó el representante.  

Como muchas comunidades afrodescendientes en el Darién chocoano, Cococuquipa trabaja en la defensa de sus derechos territoriales y culturales, en busca de preservar su identidad y formas de vida en medio del conflicto armado y otros desafíos como la deforestación o las malas prácticas que causan impactos ambientales. 

La Unidad para las Víctimas continuará garantizando estos espacios, promoviendo el fortalecimiento organizacional comunitario mediante acciones que involucran actividades de educación y la elaboración de una cartilla con el apoyo del Ministerio de Cultura.