Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

En Atlántico, las víctimas conmemoraron su día con un partido de fútbol

En la popular cancha del Hipódromo, de Soledad se llevó a cabo el encuentro ‘9 goles por la paz’ para conmemorar el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado.

El 5 de junio de 2005 cuando estaba sentado en una de las bancas del parque aledaño al cementerio municipal de Soledad, Atlántico, fue asesinado por sicarios Hugo Alfonso Corvacho Sandoval, un futbolista profesional que jugó en Atlético Bucaramanga luego de haber salido de la cantera del Junior de Barranquilla.

Corvacho Sandoval, quien había nacido el 7 de agosto 1959, en este municipio vecino a Barranquilla, se caracterizaba por ser un hombre alegre, pacífico y servicial, razón por la cual su muerte impactó a los habitantes de Soledad.

Han pasado 19 años, pero este 9 de abril su memoria fue honrada en la cancha del barrio Hipódromo, que muchas veces fue escenario de las gambetas y jugadas virtuosas del goleador soledeño.

The Unit for Victims, la Alcaldía de Soledad, los miembros de la Mesa Municipal de Víctimas y las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV) se unieron para rendir el homenaje no solo a Corvacho Sandoval, sino a todas las víctimas de la región, y para ello se organizaron dos equipos debidamente uniformados e integrados por víctimas de todos los enfoques.

Niños, jóvenes, mujeres, adultos mayores, miembros de la comunidad Lgbti, una víctima de mina antipersonal, así como representantes de las comunidades étnicas tuvieron representación en los dos equipos que se enfrentaron con un solo propósito el de conmemorar a todas las víctimas del conflicto armado.

En el encuentro predominó el juego limpio, el resultado era lo de menos. Lo importante era gritar cada gol para que no se repita la historia de dolor que afectó a la familia de Hugo Alfonso Corvacho Sandoval y de otras 60.000 personas reconocidas en el Registro Único de Víctimas (RUV) en ese municipio.

El crimen de Hugo fue ejecutado por un sicario al servicio de un bloque paramilitar que se desmovilizó en el proceso de Justicia y paz, sin embargo, las heridas que quedaron para siempre en todos los habitantes de Soledad, pero especialmente en la familia del exfutbolista.

“Lo recuerdo porque era excelente futbolista y goleador, cada vez que se celebra un gol en una cancha de Soledad fluyen mis lágrimas”, afirma Horacio, hermano de Hugo, en medio del agradecimiento por este homenaje póstumo.

Igual es la emoción que embarga a los soledeños quienes fueron testigos de este emotivo homenaje a quienes fueron afectados por el conflicto armado colombiano. Un conflicto que ha dejado 9 millones de víctimas y 9 millones de historias para no repetir.