“Si la palabra resiliencia tuviera que plasmarse en una imagen, sería en la imagen de la mujer buscadora”, así describe Andrea Trujillo Campos, buscadora de víctimas de desaparición forzada, el significado que para ella tiene la labor que realizan a diario miles de mujeres que buscan a sus seres queridos en Colombia.
Andrea es habitante de Teruel, Huila, es firmante del Acuerdo de Paz y también es víctima del hecho de desaparición desde el 16 de septiembre del 2005, cuando en casa, ella y su familia, perdieron el rastro de José Antonio Trujillo Campos, su hermano.
“Ser mujer buscadora, pero también ser buscadora firmante y compareciente, es para mí, en lo personal, algo sanador. Como yo conozco ese dolor, es mi compromiso y mi sanación hacer lo posible para que esas personas encuentren esa parte que están buscando, que les duele, que les lastima todavía su tranquilidad”, reconoció.
La ley que entró en vigor el 18 de junio de 2024, luego de su ratificación en el Congreso de la República, define a las mujeres buscadoras como aquellas que se dedican de forma individual o colectiva y de manera continua y sustancial a la búsqueda de víctimas de desaparición forzada.
Esta norma tiene como objetivo reconocer a las mujeres buscadoras como constructoras de paz y sujetos de especial protección constitucional, por lo tanto adopta medidas que permitan garantizar diversos derechos, incluyendo acceso a la administración de justicia, información, verdad y memoria histórica, reparación integral, reconocimiento público de su labor, protección y seguridad en la búsqueda, atención psicosocial diferenciada, apoyos económicos no condicionados, derecho al buen nombre, unidad familiar, entre otros.
De acuerdo con Lesdy Marlody Rodríguez Quiñones, directora de la territorial Huila-Caquetá de la Unidad para las Víctimas, “este 23 de octubre de 2024 nos unimos a esta conmemoración y reconocemos su incansable labor, su lucha en la cotidianidad, y los logros en honor a la verdad.
La Unidad para las Víctimas ha dispuesto en los Centros Regionales de Atención a Víctimas de Neiva y Florencia el servicio de documentación de casos de desaparición forzada para el acceso a las medidas de reparación integral.
Y concluyó: “Seguimos apoyando los procesos de búsqueda en articulación con entidades en el territorio, apoyando el acompañamiento psicosocial, las entregas dignas y los espacios de memoria hacia la no repetición”.
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En los departamentos de Caquetá y Huila, este hecho acumula más de 9.000 víctimas según cifras de la Red Nacional de Información; y son las mujeres madres, hermanas, esposas y compañeras quienes encabezan la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos en el marco del conflicto armado interno.