En un encuentro clave para la justicia y la reparación en Colombia, la Unidad para las Víctimas recibió la visita de la Corte Penal Internacional (CPI), representada por Minou Tavárez Mirabal, presidenta del Consejo de Dirección del Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas de la CPI. Durante la reunión, ambas instituciones discutieron los avances y desafíos en el ámbito de la reparación, así como la importancia de un trabajo coordinado para fortalecer las acciones en beneficio de las víctimas de crímenes graves, destacando así la relevancia de la colaboración internacional en el avance de los procesos de reparación.
Tras el encuentro, Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, destacó el compromiso de ambas partes y la importancia de este diálogo como una alianza en torno al Fondo de Reparación de las Víctimas y su impacto. “Hemos podido hablar entre pares con el fondo que tiene también la Corte y dar la buena noticia al país de que caminamos hacia un mundo comprometido con las víctimas, comprometido con ser un mundo más justo”, aseguró.
La directora de la Unidad para las Víctimas hizo énfasis en que el propósito de una alianza de esta naturaleza es transformar la historia de millones de víctimas, al buscar no solo la reparación sino un cambio profundo en las condiciones de justicia y dignidad en Colombia. Para la Unidad, este proceso marca un esfuerzo colectivo para evitar que las historias de dolor permanezcan sin reconocimiento ni reparación.
Por su parte, Minou Tavárez Mirabal expresó el honor que representa para la CPI conocer y aprender del proceso colombiano, y señaló que el compromiso de la Corte con las víctimas es universal. Para Tavárez Mirabal, construir la paz y la democracia en cualquier país requiere un compromiso ineludible con la justicia y el reconocimiento del daño causado.
“No es posible construir ni la paz ni la democracia si no incluimos a todos. La justicia requiere que reconozcamos el daño, que lo reparemos y que dignifiquemos a quienes han sufrido las consecuencias de conflictos y abusos”, mencionó Tavárez Mirabal, quien además destacó la contribución de Colombia a la justicia global y agradeció a la Unidad para las Víctimas y al Gobierno del Cambio por abrir este espacio de cooperación.
Por último, la presidenta Tavárez indicó que esta colaboración refuerza la misión del fondo y de la CPI en su labor de reparación y en su objetivo de construir un mundo que deje atrás el dolor y las heridas del pasado. “Sin justicia no hay democracia posible”, concluyó, subrayando que la CPI también tiene la responsabilidad de apoyar procesos que dignifiquen a las víctimas y hagan posible su reparación.
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Este diálogo entre la CPI y la Unidad para las Víctimas también marca un paso adelante en la articulación de esfuerzos para superar las secuelas del conflicto armado en Colombia y responde al llamado de justicia y reparación de millones de víctimas que esperan reconocimiento.
Al concluir el encuentro, se reafirmó el compromiso de trabajar en conjunto para construir caminos que garanticen un futuro libre de violencia y de crímenes de lesa humanidad.