Comunidad de Chengue, Sucre, avanza en su reparación integral 

Personas de 19 corregimientos y veredas vecinas, en Sucre y Bolívar, fueron convocados para integrarse 23 años después, gracias al proceso de reparación integral que adelanta la Asociación de Víctimas de Chengue con la Unidad para las Víctimas.

“Hoy volvemos a manifestar que somos una comunidad de puertas abiertas, donde la paz y la reconciliación estarán siempre presentes”, manifestó emocionado Jairo Barreto, líder social de Chengue, un corregimiento enclavado en los Montes de María sucreños, en la apertura de un espacio que no se había dado desde hace más de 23 años en este territorio. 

Gracias a la implementación del proceso de reparación integral que actualmente adelanta esta comunidad, asentada en jurisdicción del municipio de Ovejas, con acompañamiento institucional de la Unidad para las Víctimas, se materializó una medida de satisfacción, en la que liderazgos sociales y miembros representativos de 19 corregimientos y veredas vecinas de Chengue, fueron invitados para compartir, como lo hacían antes de que la violencia tocara a sus puertas, a finales de los años 90.

 

Al son de las gaitas y tambores alegres de las nuevas generaciones, a quienes se les ha transmitido los saberes ancestrales y las tradiciones de esta tierra, se dio inicio al encuentro, en el que los asistentes comprendieron rápidamente que más que una reunión esto era una fiesta.  

“Para nosotros es muy significativo lo que se está dando aquí porque, gracias a este espacio, hoy podemos ver que estamos trabajando por recuperar nuestro tejido social”, comentó Orlando Causado, a quien le tocó presenciar toda la época de la violencia siendo docente en esta comunidad. Hoy ya está jubilado, pero sigue trabajando por ella. 

Por su parte, la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Sucre, Luisa Horta, manifestó: “En el Gobierno del Cambio hemos llegado a esas comunidades que tenían grandes rezagos en sus procesos de restablecimiento de derechos colectivos y Chengue era una de ellas; por eso hoy nos complace ver que en el marco de su reparación integral ya hay avances significativos”. 

El espacio desarrollado, denominado Encuentro Regional de Territorios por la Paz y la Reconciliación, se realizó en la sede de la Institución Educativa Chengue, en la que cerca de 80 personas, entre miembros de su comunidad,  invitados y representantes de algunas entidades aliadas, tuvieron la oportunidad de intervenir, agradeciendo la presencia en este espacio.  

“Reconocemos la importancia de poder estar hoy aquí en este espacio, después de tantos años, pensando en que volvamos a estar unidos como hermanos, como siempre fuimos”, dijo durante su intervención Aroldo Canoles, líder social de Macayepo, Bolívar, otro de los corregimientos golpeados por la violencia, solo unos meses antes de lo sucedido en Chengue. 

La comunidad de Chengue fue reconocida como Sujeto de Reparación Colectiva por el Estado en el año 2017, y solo hasta la llegada del Gobierno del Cambio, precisamente en mayo de 2023, entró a fase de implementación de su Plan Integral de Reparación Colectiva. 

En marzo de este año, la Unidad para las Víctimas entregó un tractor con su respectiva maquinaria complementaria de trabajo, con el fin que la Asociación de Víctimas de Chengue (Asovichengue), en representación de su comunidad, lideraráe iniciativas de desarrollo productivo gracias a la vocación agrícola de sus habitantes. 

Finalmente, el Estado, desde diferentes instancias y través de alianzas cooperativas con el sector privado y organismos internacionales, ha apalancado la iniciativa empresarial de apicultura desarrollada por la Asociación de Cultivadores de Miel de Chengue, constituida mayoritariamente por mujeres que hacen parte de esta comunidad y que hoy han logrado posicionar una marca diferencial en el mercado. 

Chengue hoy renace, en medio de la esperanza de sus habitantes, los que poco a poco siguen volviendo para reconstruir ese territorio. Hoy el trabajo desde sus liderazgos, así como de cada uno de sus habitantes, es que vuelva a ser visto como lo que siempre fue: un territorio de paz.