Un proceso basado en el acercamiento y diálogo con las víctimas del conflicto armado permitió a la Unidad para las Víctimas en Bolívar-San Andrés avanzar, como no había ocurrido en años, en las distintas fases de la ruta de reparación integral colectiva.
Este, sin lugar a dudas, es uno de los más importantes logros del 2023 que, incluso, llevó a dos comunidades de la Alta Montaña de los Montes de María a calificar de histórica la firma de protocolización de sus Planes Integrales de Reparación Colectiva (PIRC) que se habían iniciado hace una década aproximadamente y que ahora los pone a las puertas de la ejecución de una serie de acciones reparadoras, vitales para la recuperación de su tejido social roto por los actores del conflicto armado.
La Unidad para las Víctimas actualmente acompaña la ruta de 37 Sujetos de Reparación Colectiva en la región, que se desarrollan en distintas fases. Marta Salazar, directora de la territorial Bolívar-San Andrés, destaca, entre los logros de este año está, además de haber recuperado la confianza en los sujetos, el fortalecimiento de la participación en la revisión de los documentos de 10 de estos Sujetos que estaban, por distintas razones, en receso.
Estos son de naturaleza étnica pertenecientes al municipio de Maríalabaja. “En este ejercicio de validación, y de revisión antes, pudimos analizar, desde una mirada del Decreto 4635 del 2011, el contenido de esas caracterizaciones que estaban para revisión y que, a partir de ahí, iniciamos un diálogo constante y continuo con cada una de las comunidades para proseguir la ruta”, dijo Salazar.
Agregó que los equipos de profesionales de la Unidad desarrollaron jornadas con cada uno de ellos para hacer las revisiones que, finalmente, contó con la validación de cinco de estos sujetos que avanzaron hacia la fase de cierre de la caracterización del daño.
Además, en cuanto al pago de indemnizaciones, con corte a noviembre, la dirección territorial Bolívar-San Andrés entregó 6.362 giros por más de 62.000 millones de pesos ($62.339.782.315).
Formulación de los Planes Integrales de Reparación Colectiva (PIRC)
En cuanto a la fase de formulación del PIRC se destaca el ejercicio que se realizó con dos Sujetos étnicos que están en la fase de formulación, como son los Consejos Comunitarios de Berruguita y Eladio Ariza, en El Carmen de Bolívar y San Jacinto, respectivamente. Ambos habían iniciado su fase de ruta entre el 2014 y el 2015 y registraban largos períodos de receso por distintos motivos.
Otros tres sujetos no étnicos también entraron en esta dinámica de progreso desarrollada por la Unidad para las Víctimas en Bolívar y que se sustentó en la confianza para dialogar con el Estado y en la revisión y construcción conjunta de sus PIRC.
Durante esta fase se revisaron los daños y las medidas correspondientes, desde la mirada del Decreto 4635. Se destaca el conocimiento, cercanía y aprehensión del Sujeto frente a daños al territorio, al medio ambiente y el reconocimiento del racismo estructural.
Liderando el SNARIV
Otro punto destacable es el ejercicio que se hizo desde la Unidad para el fortalecimiento del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV) con el fin de lograr el cumplimiento de las obligaciones de las instituciones del Estado en los procesos de reparación colectiva.
“Logramos vincular a varias instituciones del orden nacional y territorial y, en cada SNARIV se reunieron cerca de 20 entidades que se comprometieron a participar, desde sus competencias legales, en las medidas de reparación. Son medidas que están incluidas en el PIRC, y que deben ejecutar la Unidad y cada una de las entidades del orden nacional y territorial”, expresó Salazar.
El sur de Bolívar fue protagonista
En el sur de Bolívar también se avanzó con tres Sujetos que están en San Martín de Loba y Brazuelo de Papayal. La Unidad realizó la revisión de estos planes con la comunidad y el acompañamiento del equipo psicosocial cuya estrategia desarrollada fue de gran ayuda para este avance, complementada con el diálogo desarrollado con la entidad territorial.
“En el municipio de Achí también hubo acercamientos importantes con la Alcaldía para ajustar compromisos y este es un reto que ha asumido esta territorial que tiene que ver con el fortalecimiento de coordinador del SNARIV”, señaló Salazar.
En Montecristo, otro municipio del sur de Bolívar, entre tanto, la Unidad para las Víctimas abrió un punto de atención que era un viejo anhelo de la comunidad y cuya solicitud se venía haciendo desde hace varios años.
La directora territorial también destacó de este 2023 su participación de manera activa y relevante en el ejercicio de formulación, actualización, revisión, ajuste y expedición de la nueva resolución del modelo de reparación colectiva que está ya en las revisiones finales.
Así como la suscripción de un convenio con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para el acompañamiento institucional no solo con la Unidad, sino con entidades territoriales, clave para la implementación de PIRC, de planes de retorno y reubicaciones y de agendas comunitarias.
Se desarrollará en cinco municipios como El Carmen, Maríalabaja, Cartagena, San Juan y San Jacinto. Con un primer momento que es el de acompañar la incidencia de sujetos y de la Unidad en los planes de retornos, de los planes de desarrollo local.
Otro logro destacado es la constitución de la mesa técnica con la Unidad de Restitución de Tierras, en clave de respuesta a las recomendaciones de la alerta temprana 033 del 2023. Esto es Importante porque las dos entidades, que hasta el año pasado venían trabajando de manera separada, ahora tienen un espacio de reunión mensual articulando sus ejercicios para impactar de mejor manera los resultados.
Diálogos comunitarios
Los llamados Diálogos comunitarios es una estrategia creada en esta dirección territorial y se desarrollaron con sujetos de reparación colectiva que se encuentran en última fase y en implementación, en respuesta a la Alerta Temprana 033 de manera que, como Unidad, en atención a estos escenarios de riesgos, se pensara cómo se podía desarrollar un ejercicio de avance en clave de tener presencia institucional sin que esto significara el aumento de los riesgos que vienen destacados en dicha alerta.
San Andrés, un hecho histórico
Y finalmente, a finales de 2023, en un hecho considerado también histórico, y tras 12 años de espera, la Unidad logró la notificación al pueblo raizal de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, de reconocimiento como Sujeto de Reparación Colectiva por los daños sufridos durante el conflicto. Ahora inicia el proceso para protocolizar el PIRC y avanzar en la reparación de los pobladores de este territorio que sufrieron el conflicto armado.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.