Director de la Unidad para las Víctimas lideró diálogo con 90 niños, niñas y adolescentes del Cauca, como apuesta para prevenir su vinculación al conflicto armado

En desarrollo de la estrategia “Del Escritorio al Territorio”, el director Adith Rafael Romero dialogó con la Mesa Departamental de Víctimas del Cauca, se reunió con representantes del pueblo Nasa, y anunció acciones para fortalecer la atención a las víctimas del departamento.

La Unidad para las Víctimas, en el marco de su estrategia de Diálogos Transformadores, lideró en la ciudad de Popayán el Diálogo Nacional para la No Repetición, un espacio en el que participaron 90 niñas, niños y adolescentes con el propósito de reflexionar y construir propuestas frente a la prevención de su vinculación al conflicto armado.

Este ejercicio se desarrolló en el marco de la campaña ‘¡A la guerra no voy!’, un proceso pedagógico, cultural y social que busca potenciar las voces de las infancias y adolescencias en la construcción de alternativas para la no repetición.

“En lo corrido del año, la Unidad para las Víctimas ha desarrollado 36 Diálogos Transformadores con enfoque en niñez en distintos municipios del país, con la participación de más de 1.100 niñas, niños y adolescentes. Estos escenarios han permitido que como país nos unamos para rechazar la instrumentalización de los niños, niñas y adolescentes en el contexto del conflicto”, afirmó el director general de la Unidad para las Víctimas, Adith Rafael Romero.

El director general destacó que su agenda en Popayán también se enfocó en el fortalecimiento de los procesos de atención a las víctimas del departamento del Cauca. Con ese propósito, se escucharon las necesidades de los integrantes de la Mesa Departamental de Víctimas y de tres comunidades del pueblo Nasa del municipio de Piendamó.

La juventud del Cauca dijo ¡A la guerra no voy!

La jornada inició con una armonización espiritual del pueblo Coconuco, como un gesto simbólico de conexión entre cuerpo, mente y territorio para abrir el camino hacia la paz.

Posteriormente, las voces de la niñez resonaron a través de interpretaciones artísticas y culturales de colectivos como la Fundación Músicas de la Tierra, que visibilizaron el papel transformador del arte en los territorios y enviaron un mensaje de rechazo al reclutamiento de niñas, niños y adolescentes en el departamento del Cauca y el resto del país.

En el cierre de la actividad se realizó un mural colectivo, en el que niñas, niños, adolescentes, instituciones y organizaciones dejaron plasmado el mensaje que resonó a lo largo de la jornada: “A la guerra no voy”. Este gesto simbólico reafirmó el compromiso compartido de trabajar por la no repetición y por un país donde la infancia pueda crecer en libertad, seguridad y dignidad, y alejados de la guerra.

“Este es un evento crucial para el Cauca y los territorios indígenas. Este ha sido un escenario que encuentra a la cooperación internacional, la institucionalidad colombiana y los movimientos y organizaciones sociales compuestos de niños, niñas y adolescentes que adelantan procesos de prevención y atención”, afirmó Edwin Mauricio Capaz Lectamo, coordinador de Derechos Humanos del CRIC.

Este espacio fue resultado de un trabajo de articulación institucional a través de la Comisión Intersectorial para la Prevención del Reclutamiento, Utilización, Uso y Violencia Sexual contra Niños, Niñas y Adolescentes (CIPRUNNA).

Esta Comisión está integrada por entidades que trabajan para proteger a la niñez y adolescencia frente al riesgo de vinculación al conflicto como la Presidencia de la República, los ministerios del Interior, Defensa, Educación, Salud y Trabajo, la Unidad para las Víctimas, el ICBF, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), la Policía Nacional, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General, y la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos.

Con estas acciones, la Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con la no repetición, la atención y reparación integral de las víctimas del conflicto, y la construcción de un país en paz donde los sueños de los más jóvenes nunca más se vean interrumpidos por la guerra.