En la vereda Macaraquilla, de Aracataca, Magdalena, territorio ancestral del Consejo Comunitario de Comunidades Negras Jacobo Pérez Escobar, se reunieron 60 consejos comunitarios del Caribe colombiano, representados por 200 personas negras, afrodescendientes y raizales, que hacen parte de la Ruta de Cimarronaje y otras expresiones organizativas para dialogar y entrelazar sus agendas en clave de la consolidación de un movimiento de víctimas por la paz.
Entre las propuestas destacadas y concertadas se encuentran la de generar garantías para la defensa y permanencia en el territorio que involucre condiciones efectivas de seguridad humana y respeto por la vida. Así como programas de gobierno con enfoque étnico territorial en el marco del cuidado y preservación de la biodiversidad y acciones de fortalecimiento de la autonomía económica, física, social y política de las mujeres para su empoderamiento.
A esto se suman las propuestas de acciones de fortalecimiento a la atención de salud de calidad con énfasis en salud sexual y reproductiva para mujeres, niñas, jóvenes, adolescentes y personas de los sectores LGTBQ. También la generación de espacios territoriales de carácter extrajudicial para promover la verdad sobre los responsables.
Este encuentro hace parte del plan de acción 2024 de las direcciones territoriales del Magdalena, Atlántico y Sucre de la Unidad para las Víctimas en el marco de las estrategias de fortalecimiento de procesos organizativos y aplicación del enfoque étnico y de género. Además, de la articulación con organizaciones de base de la Ruta del Cimarronaje del Caribe.
“Creemos que estos procesos organizativos que se han venido desarrollando son sumamente importantes en clave de construcción de paz territorial, este movimiento que cada día se fortalece es una semilla importante para la creación del movimiento de víctimas por la paz, desde la mirada del pueblo negro, afrodescendiente, palanquero y raizal”, expresó Audes Jiménez González, directora territorial de la Unidad en Magdalena.
La unión alrededor del agua y el fuego, la comida tradicional, el sonido del tambor, la danza, los cantos alrededor del círculo energético, juntó a un pueblo fragmentado históricamente por el racismo estructural, el despojo, la estigmatización, la imposición de normas de control social, los homicidios, entre otros y les moviliza como sujetos políticos a trabajar mancomunadamente.
Por su parte, la directora territorial de la Unidad en Sucre, Luisa Isabel Horta Orozco, resaltó la capacidad de trabajo en grupo para responder desde la institucionalidad a las peticiones de las comunidades: “Es la primera vez que los lideres y lideresas de diferentes departamentos de la Ruta del Cimarronaje se reúnen como región Caribe. El espacio, también permitió la juntanza de otros liderazgos afrodescendientes para unificar una agenda común que permitirá hacer incidencia ante el Gobierno nacional”.
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Finalmente, Yesenia Pérez Otero, directora de la territorial Atlántico de la Unidad para las Víctimas concluyó: “Este encuentro regional ha sido una gran oportunidad para que hombres y mujeres víctimas del conflicto armado negras, afros, palenqueras y raizales tengan la posibilidad de una dignificación, lo que implica recuperar su territorio, sus usos y costumbres, su identidad cultural de manera colectiva como parte de la construcción de paz”.
Al final, los líderes y lideresas hicieron un reconocimiento al SRC Jacobo Pérez Escobar por su experiencia en materia de gestión y organización para ser replicado en otros territorios.