“Hemos puesto el ejemplo para el país y para Bogotá sobre cómo se retorna y reubica con dignidad a una población étnica víctima”

Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, entregó un balance positivo del retorno de las familias Emberá que hasta ayer estaban asentadas en el Parque Nacional. Destacó que el proceso será más fácil para Bogotá, ya que se ha establecido un modelo respetuoso que articula a los líderes Emberá con las entidades nacionales y territoriales.

Este lunes, Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, presentó el balance positivo de la jornada de retorno, reubicación e integración local de las más de 300 familias Emberá que hasta ayer estaban en el Parque Nacional. Este proceso, liderado por la entidad que ella dirige, se articuló con el Distrito y entidades nacionales y territoriales, como la Alcaldía de Pueblo Rico y las gobernaciones.

“El pueblo Emberá vivió en Bogotá en condiciones de pobreza extrema, y queremos que en sus territorios puedan recuperar sus proyectos de vida”, manifestó la alta funcionaria. En este sentido, recordó que la coordinación entre entidades fue crucial para centrar los derechos fundamentales de la población Emberá desplazada.

“Fue muy importante la articulación con el Distrito. Hubo un modelo de articulación respetuoso en el que, en el caso de la Unidad para las Víctimas, fuimos los encargados de coordinar con las entidades del Gobierno nacional, mientras que el Distrito realizó la coordinación con las secretarías distritales. Ambos conseguimos los recursos y pudimos unirnos para sacar adelante un proyecto ejemplar para muchos países que viven el conflicto armado, sobre cómo retornar con dignidad a una población víctima”, enfatizó.

Solano confirmó que la agenda planteada se cumplió en Bogotá, así como en Risaralda y Chocó, donde se ubica el Alto Andágueda, territorio ancestral al que retornaron 272 hogares (687 personas).

“Hay otro grupo de familias que serán reubicadas. Estamos a la espera del informe de la Agencia Nacional de Tierras al respecto. También queda otra población Emberá en Bogotá”, enfatizó la directora de la Unidad para las Víctimas.

A su vez, la directora mencionó que los diversos grupos étnicos han vivido los actos más atroces del conflicto armado. Según el último boletín de Datos para la Paz, y considerando las proyecciones del DANE para 2024, el 30,9% de la población étnica es víctima de la guerra interna del país.

Por ello, la directora señaló: “Hemos puesto el ejemplo para el país, y particularmente para Bogotá, sobre cómo retornar y reubicar con dignidad. El Distrito adelantará la reintegración de la población que queda. Hay población en La Rioja y en La Florida, y creo que será mucho más fácil cuando se establece un modelo para dignificar a un pueblo, acompañarlo y devolverle el derecho a la palabra y a la vida para que lideren su camino”.

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Finalmente, Solano anunció que el próximo retorno digno será el del pueblo Sikuani, actualmente en Villavicencio, Meta. Este proceso también contará con la debida coordinación de las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV) y de las entidades territoriales, cuyo compromiso es esencial para la sostenibilidad de los retornos.