Lo que alguna vez fue conocido como un “pueblo fantasma”, hoy empieza a escribir una nueva historia. Villa Clareth, un corregimiento del municipio de Pueblo Rico, Risaralda, inicia su proceso de reparación colectiva con el acompañamiento de la Unidad para las Víctimas, en beneficio de más de mil campesinos que sufrieron desplazamientos, asesinatos, estigmatización y otras consecuencias del conflicto armado.
Durante años, la violencia armada desdibujó la cotidianidad campesina y sembró el miedo entre sus habitantes. Luis Eduardo Flores, uno de los pobladores, recuerda cómo fue obligado a colaborar con grupos ilegales para proteger a su familia. “Nos convertimos en blanco del conflicto y, luego, en sospechosos a donde llegábamos desplazados. Nos marcaron como si hubiéramos sido culpables”, relató.
En las recientes jornadas del 11 y 12 de junio, se anunció el comienzo de la ruta para estructurar el Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC). Este avance representa un reconocimiento institucional a las afectaciones sistemáticas sufridas por la comunidad de Villa Clareth, y un paso hacia su reconstrucción social, económica y emocional.
Historias como la de María Osorio, una agricultora obligada a sembrar cultivos ilícitos y víctima de la violencia, ilustran el drama de una población que, pese al desarraigo, nunca perdió su vínculo con la tierra. “A donde iba, me tildaban de guerrillera. Un día, las AUC llegaron a mi casa y asesinaron a mi hijo. Nos tocó desplazarnos porque sabíamos que nos iban a matar a todos”, expresó.
La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero, Katherine García Ochoa, señaló que “la fase de alistamiento institucional es histórica para los campesinos de Villa Clareth, ya que reconoce las afectaciones sistemáticas que tuvieron que vivir por el conflicto armado. La presencia de los grupos armados no solo generó desplazamientos y asesinatos, sino estigmatizaciones que a la fecha se han mantenido”.
En el marco del encuentro, participaron entidades aliadas como la Alcaldía de Pueblo Rico, el SENA, el Departamento de Prosperidad Social y la Secretaría de Desarrollo Económico. Además, se conformó el Comité de Impulso y el Grupo de Tejedores y Tejedoras, estructuras de participación fundamentales para consolidar el PIRC. Actualmente, en Pueblo Rico se adelantan cinco procesos de reparación colectiva que benefician a más de 6.000 personas.
Temas recomendados
La Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso institucional con la reparación integral de los campesinos del Eje Cafetero, trabajando desde un enfoque diferencial que permita sanar las heridas del conflicto armado y fortalecer el tejido social en los territorios más golpeados por la violencia.
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