Con el propósito de hacer un reconocimiento a los saberes rurales y dignificar a los campesinos y campesinas víctimas de desplazamiento forzado y despojo de tierras, este viernes la Unidad para las Víctimas y la Agencia Nacional de Tierras (ANT) se unieron para conmemorar el Día del Campesinado.
Fueron más de 20 emprendimientos y organizaciones las que abrieron su mercado al público para dar a conocer sus productos y, a través de un proceso de memoria, honrar su labor.
La actividad contó con un Tendedero de la Memoria. Allí, los campesinos víctimas del conflicto armado colocaron objetos que representan la lucha histórica para que su labor perdure y sea reconocida por el Estado.
“Es importante que el Estado nos siga reconociendo y haga de la Reforma Agraria una realidad para los que hemos vivido el conflicto”, dijo Clarivet Campaña, una mujer afrocolombiana que decidió honrar a sus ancestros a través de Mindalá, su marca de patacones.
Además de impulsar los emprendimientos, este espacio se convocó para contribuir al reconocimiento de las víctimas de desplazamiento y despojo forzado, a través de un espacio de escucha.
Los campesinos tuvieron la oportunidad de contar sus historias de violencia y resignificarlas en memorias. Un equipo psicosocial de la Unidad para las Víctimas escuchó sus testimonios sobre la defensa del territorio y el cuidado de la vida.
La directora territorial en el Eje Cafetero, Katherine García Ochoa, reafirmó el compromiso de la entidad con la reparación integral a campesinos víctimas del conflicto armado. “En este ejercicio de articulación reivindicamos el derecho que tienen las comunidades rurales a una reforma agraria donde la reparación tenga un lugar importante y podamos reconocer las diversas formas de vida que existen en los territorios”, señaló.
Por su parte, Juan Felipe Harman, director nacional de la ANT, hizo un llamado a seguir reconociendo los derechos del campesinado. “Además de conmemorar el Día del Campesino, este espacio busca abrir caminos óptimos para construir una paz que integre a toda la sociedad y reconozca la labor de los agricultores en el país”, afirmó.
El espacio culminó con la firma de los Acuerdos del Cuidado Rural y contó con la participación de la Defensoría del Pueblo, la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, la Gobernación de Risaralda, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Asociación de Trabajadores Campesinos del Eje Cafetero y Norte del Valle (ASOCAMPAJE), la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) y otras organizaciones sociales.
Estos acuerdos son una articulación entre las comunidades y las entidades para acompañar de manera integral los procesos de acceso y formalización de tierras, garantizar un enfoque de género y derechos humanos en todas las acciones derivadas de este acuerdo.
Además, buscan reconocer los saberes, trayectorias y esfuerzos de las personas que habitan y trabajan el territorio, resaltando su vínculo con la tierra y su rol en la transformación de las realidades rurales.
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Una vez más, la Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con la reparación integral y la no repetición, además continúa el camino del diálogo para generar espacios de transformación social que incluyan a toda la población civil.
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