En este contexto, la entidad hace un llamado urgente a todos los actores armados presentes en la región para que respeten de manera plena a las organizaciones representativas, sus liderazgos, y a la población civil en general, en particular a las comunidades que habitan en esta zona.
El pueblo Barí ha sido reconocido por la Unidad para las Víctimas como Sujeto de Reparación Colectiva debido a los graves hechos ocurridos en su contra en el marco del conflicto armado. Estos hechos provocaron múltiples daños y afectaciones a sus derechos territoriales, los cuales fueron identificados y documentados en el desarrollo de la Ruta de Reparación Colectiva.
Entre estos derechos se destacan: el derecho a la vida, el derecho al uso sociocultural del territorio, el derecho a la autonomía y gobierno propio, el derecho a un medio ambiente sano, y el derecho a la soberanía alimentaria. Estos derechos están enmarcados en la legislación tanto colombiana como internacional, que se destacan en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La protección de los pueblos indígenas en Colombia es esencial no solo para salvaguardar sus derechos humanos, sino también para garantizar su pervivencia física y cultural como comunidades ancestrales. Por lo anterior, la Unidad para las Víctimas reitera su compromiso con la reparación integral del pueblo Barí y con la construcción de un escenario de paz, respeto y justicia en la región del Catatumbo.