Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Plan de choque para el confinamiento culminó en territorios de difícil acceso

Desde el pasado 30 de septiembre de 2022, la Unidad para las Víctimas implementó un plan de choque para atender los confinamientos que se presentan en comunidades de 13 municipios de cuatro departamentos del país: Antioquia, Chocó, Nariño y Valle del Cauca, atendiendo a 6.844 hogares pertenecientes a 120 comunidades.

Con una inversión que supera los $4.800 millones, el plan llegó a territorios de difícil acceso en donde ejercen presencia grupos armados ilegales, afectando el acceso a bienes indispensables para la supervivencia y vulnerando derechos fundamentales como la libertad, la salud, la alimentación y el trabajo de comunidades y pueblos indígenas, comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras y comunidades campesinas.

“Si las madres no traen comida, los niños aguantarán hambre”, dice Olivia Bailarín Domicó, lideresa y profesora embera de la sede El Caliche, resguardo indígena Amparradó Alto y beneficiaria de las ayudas humanitarias entregadas por la Unidad en el corregimiento La Blanquita, ubicado entre Dabeiba y Frontino (Antioquia).

Según ella, son las mujeres quienes tienen que buscar los alimentos para sus hijos, ir al monte a buscar plátanos, maíz y caña para moler, mientras los hombres se dedican a la caza y a la pesca y con los grupos armados que ponen fronteras en sus territorios; las labores se complican.

Una vez la Unidad para las Víctimas tiene conocimiento de la emergencia, la entidad programa la entrega en un lugar y fecha acordados con las comunidades y las entidades territoriales, y para este fin realiza una única entrega que contiene kits de aseo y alimentos no perecederos para garantizar la alimentación y las condiciones de vida digna durante un mes de quienes integran las comunidades. Esta entrega varía de acuerdo a la conformación de los hogares, de uno a dos integrantes o de tres o más.

Los kits están compuestos por productos como aceite, avena en hojuelas, arveja, zanahoria, lenteja, maíz, entre otros que cumplen con las unidades y calorías que garantizan la nutrición de la población. Así mismo, se les entregan implementos de aseo como cepillos de dientes, crema dental, toallas higiénicas, jabón de baño y jabón de ropa, entre otros.

Las consecuencias para el territorio

En el marco de los Decretos Leyes Étnicos, el confinamiento está definido como una condición de despojo o abandono de tierras (desterritorialización) y, en este, se establecen restricciones para el uso, disfrute y usufructo del territorio, vulnerando los derechos colectivos étnicos y debilitando la relación de las comunidades étnicas con su entorno y la pervivencia física y cultural a partir de la ley natural, la ley de origen y su cosmovisión.

La presencia o accionar de grupos armados ilegales también generan la contaminación del territorio con la presencia de minas antipersonal, municiones que no explosionaron al momento del impacto durante posibles combates, artefactos improvisados y artefactos explosivos, poniendo barreras a los habitantes de las comunidades, impidiendo caminar por los senderos y la restricción en la búsqueda de los alimentos.

El gobernador indígena Luis Eduardo Guaseruca recordó que: “Hacia 2019 llegaron los grupos armados al territorio y por la siembra de minas antipersonal no podíamos salir a buscar los alimentos”.

Hoy señala que, aunque el trayecto es de dos horas para salir a recoger la ayuda, hay que llevarla a casa: “Queda difícil pero si una ayuda llega, hay que llevarla hasta llegar a la casa, aunque sea lloviendo, tronando, con río crecido, porque llegan las ayudas a nombre de uno. Entonces toca aguantar hasta llegar a la casa”.

¿En dónde están ubicadas las 120 comunidades que fueron priorizadas para la atención?

Antioquia: Dabeiba, Urrao y Vigía del Fuerte.
Chocó: Acandí, Alto Baudó, Bojayá,El Litoral de San Juan, Istmina, (Medio San Juan y  Nóvita).
Nariño: El Charco y San Andrés de Tumaco.
Valle del Cauca: Buenaventura.

La entrega de Ayuda Humanitaria a las comunidades confinadas es un derecho de la población y la Unidad para las Víctimas finalizó esta labor la semana que acaba de terminar.

(Fin/AVA/RAM)