Fuente: Subdirección de Reparación Colectiva
Del 31 de marzo al 3 de abril, la Unidad para las Víctimas realizó la segunda jornada de caracterización de los daños al Sujeto de Reparación Colectiva ubicado en la comunidad de Casacajero, resguardo indígena Tahami del Alto Andágueda, Municipio de Bagadó (Chocó), con una concurrencia de más de 220 asistentes, provenientes de 15 de las 16 comunidades que conforman la zona dos.
Para la comunidad fue muy significativo el ingreso de la Unidad, dado que es un territorio que presenta condiciones complejas de acceso que implican recorridos de más de 14 horas de camino y transporte mular.
Algo que suena sencillo, pero que significa para los funcionarios que acompañan prepararse, hacer travesías por tierra o avión cuando van desde Bogotá, llevar agua suficiente para los trayectos, llevar botas, ropa, carpa y alimentos “porque allá no hay tiendas”, pagar mula para que les cargue las cosas desde un sitio llamado Agüita hasta Cascajero, dormir en Santa Cecilia y salir muy temprano para por fin llegar al destino.
Paréntesis que es bueno hacer, porque esto resulta familiar para quienes trabajan en terreno todo el tiempo, pero no así para quienes ejercen sus funciones en las oficinas o sedes.
Lo cierto es que es un trabajo que se hace con amor y que todas las dificultades se olvidan cuando los objetivos se cumplen y especialmente cuando conocemos a las personas por las que hacemos todo esto.
Allí, las autoridades indígenas señalaron que el proceso de reparación colectiva es una herramienta que posibilitará el fortalecimiento comunitario para la recuperación de su modo de vida y costumbres en las que de manera donde hombres y mujeres aportan conjuntamente a la reconstrucción del tejido social y cultural.
Walter Mecha ForasteSe utilizó el “Maletín Divulgador de Reparación Colectiva con Enfoque Diferencial”, una herramienta de la Unidad escrita en lengua Emberá Dóvida, que facilitó contextualizar el inicio del ejercicio para abordar la caracterización de los daños y la definición de las posibles medidas que se tomarán. Igualmente, en lengua propia se explicaron los diferentes daños contemplados en el Decreto Ley 4633 de 2011.
Fue así como se identificaron las afectaciones causadas por cuenta del conflicto armado, como la pérdida de las plantas medicinales, de árboles maderables y,de sitios sagrados, además de . Aotras en los los sectores productivo, organizativo y cultural.
Las personas pertenecientes a la zona dos del resguardo expresaron el anhelo por ser reparadas, y que y su intención de volver a tener el goce efectivo pleno de sus derechos, es decir que puedan contar con la madre tierra en condiciones apropiadas para su aprovechamiento, alimentos y la misma pervivencia del pueblo indígena de acuerdo con sus costumbres culturales y ancestrales.
Al final de la jornada, un arduo trabajo lleno de satisfacciones, imágenes inolvidables y la esperanza de una mejor calidad de vida para los habitantes de esta comunidad que esperan mucho de todos nosotros.