Ana María se destacó como una defensora de los Derechos Humanos que trabajó incansablemente desde lo público por la garantía y el fortalecimiento de los procesos de memoria y dignidad en beneficio de las víctimas del conflicto armado interno.
Su liderazgo generó una articulación interinstitucional entre entidades nacionales y distritales, junto a organizaciones de víctimas y de la sociedad civil, que permitió abrir espacios para visibilizar las luchas de las víctimas y vejámenes causados por la violencia.
Además, su trabajo durante más de 10 años en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá fue una expresión viva de su convicción por un país más justo, a través de garantías de memoria, verdad y dignidad para los colombianos afectados por el conflicto.
La Unidad para las Víctimas se une al dolor de los seres queridos, amigos y equipo de trabajo de Ana María Cuesta León, y reafirma su compromiso de seguir trabajando por la dignificación de las víctimas, apoyando y visibilizando sus proyectos de memoria.