Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Cosechas de vida y semillas para la paz en Centros de Atención a Víctimas en Bogotá

El proyecto ‘Huertas caseras cultivos limpios’ se extiende desde los hogares de las familias víctimas del conflicto armado en Bogotá a los lugares donde reciben asesoría y atención.

Huertas en los CRAV de Bogotá.

La Unidad para las Víctimas, la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación y la Fundación Suiza para el Desminado sellaron una nueva alianza que permitirá a las víctimas del conflicto capacitarse sobre el cultivo hidropónico como una alternativa de soberanía alimentaria.

Este proyecto, denominado ‘Semillas para la paz’, propicia el encuentro entre quienes han sobrevivido al conflicto y en su memoria está vivo el recuerdo y la conexión con la naturaleza. Este nuevo espacio de siembra de lechugas, cilantros, perejiles, acelgas y mezclas asiáticas ahora habita en el Centro de Encuentro para la Paz y la Integración Local de Bosa.

“Esa huerta nos recuerda que venimos del campo. Eso nos da una esperanza de que la vida continúa, a pesar de las circunstancias. Este nuevo modelo de siembra es un nuevo sueño que se hace realidad, porque experimentamos nuevas técnicas que nos proveen alimentos limpios”: afirmó Luis Valderrama, quien llegó desde el Huila a Bogotá.

En el Centro de Atención a Víctimas en Bosa, el compromiso de las y los colaboradores va más allá de lo normativo. Allí, los procesos psicosociales han fomentado la participación y el trabajo colectivo. ‘Semillas de paz’ es una hija de la ‘Huerta la Esperanza’, iniciativa que, desde hace seis años, ha permitido que las víctimas del conflicto armado tejan una red de apoyo a través del cuidado y la apropiación de estos espacios de vida.

Este proceso también habita en algunos hogares de familias resilientes del conflicto armado, las cuales han adquirido conocimientos sobre la siembra, han sido constantes y cuidan de estos cultivos que, en la mayoría de las casas, se encuentra en las terrazas.

Las familias han entregado su amor a este proyecto y la responsabilidad de su producción, recibiendo el apoyo en la comercialización de la cosecha y aportando a la seguridad alimentaria.

Próximamente serán instaladas otras huertas en los Centros de Encuentro para la Paz y la Integración Local de Patio Bonito y Suba, siendo una estrategia que fortalece capacidades y gesta nuevas alianzas entre las instituciones y la sociedad.

Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.