Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Avanza la reparación integral del pueblo Nukak

Durante el 23 y 24 de abril, en San José del Guaviare, Guaviare, se realizó una jornada de toma masiva de declaración, con la que esta población indígena podrá ser incluida en el Registro Único de Víctimas para ser atendida y reparada integralmente.

Cumpliendo con el propósito del Gobierno nacional de que los pueblos indígenas gobiernen desde sus territorios y contribuyan al desarrollo nacional, la Unidad para las Víctimas viene promoviendo y facilitando acciones para que el pueblo Nukak sea reparado integralmente, acompañando el camino de retorno a sus territorios.

Su reparación integral requiere la inclusión en el Registro Único de Víctimas (RUV), por lo que el Ministerio Público, a través de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación y la Personería Municipal de San José del Guaviare, realizó la toma de declaraciones de los eventos de desplazamiento masivo del pueblo Nukak vividos entre el 2002 y 2012, con asistencia técnica de los equipos de Intervenciones Territoriales Integrales, Dirección de Asuntos Étnicos y Subdirección de Valoración y Registro de la Unidad para las Víctimas. El espacio de toma de declaración fue posible gracias al apoyo de Amazon Conservation Team.

Estas intervenciones integrales buscan involucrar a las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación a las Víctimas (SNARIV) para implementar medidas de prevención y protección de nuevos hechos victimizantes, agilizar los procesos de reparación integral de los sujetos colectivos, y llevar planes, programas y proyectos enfocados en mejorar las condiciones y calidad de vida de la población.

El encuentro inició con un acto de armonización de un mayor Nukak, quien entonó ‘Wewena’, una melodía ancestral de su pueblo y le pidió a los ‘takueyi’ (espíritus) proteger el espacio. Posteriormente, funcionarios y funcionarias de las diferentes entidades que hacen presencia en la jornada, dieron la bienvenida.

Por su parte, Andrés Dhujiah Aguilar, director territorial para el Meta y los Llanos Orientales de la Unidad para las Víctimas, señaló que “lo de hoy es un paso importante para la reparación del pueblo Nukak. Hay un compromiso institucional de la Unidad, un compromiso que también está en el Plan Nacional de Desarrollo y un compromiso que ustedes deben exigir”.

Entre el 2002 y el 2012, el pueblo Nukak sufrió 11 eventos masivos de desplazamiento que no se encontraban registrados en el RUV, “eso se traduce en que, en la actualidad, 845 personas pertenecientes a este pueblo no están inscritas a esta herramienta, y, por ende, no pueden acceder a las medidas de reparación integral que contempla la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras”, afirmó Natalia Colmenares Rincón, subdirectora de Valoración y Registro de la Unidad para las Víctimas, en el evento. 

“Somos 23 asentamientos del pueblo Nukak, y estamos solicitando apoyo de las instituciones, porque queremos avanzar en la superación de las necesidades del pueblo Nukak. Queremos volver a nuestro territorio y que nos den garantías para retornar en condiciones dignas, queremos que nos reparen”, solicitó Dajada Joaquín Nijbe Joonide, representante del Consejo de Autoridades Indígenas, Mauro Munu.

Su contacto con la sociedad moderna

El pueblo Nukak se encuentra en contacto inicial con la sociedad moderna. Estuvo en aislamiento hasta la década del 60, cuando empezó a establecer contactos esporádicos con población colono-campesina y luego con misiones religiosas que recién llegaban al territorio amazónico. Pero el primer contacto oficial entre esta población indígena y la sociedad occidental data de 1988. En 2011, aproximadamente, establece contacto el grupo Koroa Munu, configurándose una situación de contacto reciente. El proceso de contacto con la sociedad nacional se vio marcado por los impactos producidos por el conflicto armado, que han afectado a esta población indígena.

Tras el primer contacto oficial, cerca del 40% de la población Nukak pereció durante los primeros cinco años al contagiarse de enfermedades para las que no tenían las defensas inmunológicas apropiadas. Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los pueblos indígenas en aislamiento o contacto inicial, son vulnerables “debido a su reducida escala demográfica, y su vulnerabilidad ante enfermedades infecciosas para las cuales no han desarrollado apropiadas defensas inmunológicas”. Actualmente, el pueblo Nukak tiene el mayor índice de mortalidad del departamento de Guaviare.

A su vez, las muertes masivas conllevan al riesgo de extinción de colectivos, pues las infancias y personas de la tercera edad son los más vulnerables, lo que implica la desaparición de futuros jóvenes, poniendo en riesgo la reproducción y existencia del grupo y de líderes políticos, consejeros, guías espirituales, médicos, en los cuales descansa el conocimiento sobre diferentes aspectos de la vida de un pueblo, sus propias organizaciones, códigos de conducta, cosmovisiones. En el caso del pueblo Nukak, solo el 1% de la población es mayor de 60 años.

En la actualidad se presenta un alto índice de problemáticas asociadas al consumo de sustancias psicoactivas, y la gran parte de los mayores de 14 años trabajan como “raspachines” a cambio de pasta base de coca, poniéndolos en riesgo de consumo de esta sustancia. Además, existe una emergencia por explotación sexual de mujeres y niñas.

Otra vulneración ocurrió en 2019, cuando la empresa Waldrettung suscribió, con lideres Nukak, un contrato para la venta de bonos de carbono a 100 años, sin asesoría técnica ni acompañamiento jurídico, violando el derecho a la consulta previa. Incluso se incluyó una cláusula de exclusividad e irrevocabilidad a favor de la compañía privada.

El pueblo Nukak ha sido víctima en su totalidad de desplazamiento forzado, y su territorio ha sido afectado por dinámicas como ocupación colona y acaparamiento de tierras, la frontera agrícola activa (es uno de los cinco focos de deforestación activos del país), cultivos de uso ilícito, presencia de actores armados ilegales (corredores), desarrollo de vías terciarias y proyectos agroindustriales (palma de aceite y eucalipto).

Estos hechos victimizantes han generado una deuda histórica para el Estado, la cual ahora el Gobierno nacional trata de resarcir. “Con el Ministerio Público, asumimos la obligación del Estado colombiano de preservar la riqueza cultural del país, de preservar al pueblo Nukak. Sabemos que han vivido hechos que ningún ser humano tendría que afrontar. Estamos en la tarea de que puedan volver a transitar, a cultivar, a cazar sin temor a estar en sus territorios”, mencionó la subdirectora de Valoración y Registro de la Unidad para las Víctimas.

Formato Único de Declaración para pueblos en contacto inicial

Dado el poco tiempo que llevan en contacto con la sociedad moderna, muchos integrantes de la comunidad Nukak no hablan español fluido y tampoco manejan conceptos de modo y tiempo, lo que dificulta identificar cuándo sucedieron sus hechos victimizantes y establecer la relación de estos con el conflicto armado. Por esto, la Unidad creó un Formato Único de Declaración para pueblos en contacto inicial, facilitando los procesos de diligenciamiento, y desarrolló jornadas de alistamiento con el Ministerio Público en las que abordó las particularidades de los pueblos en situación de contacto inicial y propuso metodologías diferenciales, considerando además las características del pueblo Nukak.  

Durante la jornada, el Ministerio Público implementó diversas estrategias comunicativas para facilitar el relato de los eventos masivos por parte de los declarantes y se contó con el apoyo de intérpretes.

De esta manera, se espera seguir avanzando hacia la reparación integral del pueblo Nukak, respetando su forma de ver y vivir en el mundo, permitiendo que pueda ser reparado y que mantenga su autonomía y gobernanza como pueblo indígena.

“Necesitamos caminar en un solo pensamiento para el pueblo Nukak, tener energía, alegría, estar felices en los territorios, donde no haya enfermedades, por eso queremos el ‘Buen vivir Nukak’”, concluyó el representante del Consejo de Autoridades Indígenas, Mauro Munu.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.