Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Sonia, la víctima indemnizada que se declara “guerrera”

Por causa del conflicto armado, Sonia Herlinda lleva una historia de dolor. “Soy una guerrera”, eso dice a quien le pide unas palabras que la definan. Lo repite con énfasis: “¡soy una guerrera!, ¡soy una guerrera!, a veces no tan valiente, pero la lucho”.

Empuña la mano y la eleva en signo de victoria. Lo que la trae a su cita con la Unidad para las Víctimas es la entrega de su carta de indemnización y lo que sale a flote es mucho más. Habla de sus sueños ahora que está en los 64 años: quiere dejar de pagar arriendo y por eso su plan es comprar una casa sencilla en zona rural de Pradera, “algo donde meter la cabeza, ya quiero descansar”.

En su mente, por la ventana de su nueva casa, atenderá un negocio de comidas porque la buena sazón es una de sus virtudes.

Los recuerdos de su Buenaventura, en el barrio Lleras, tienen dos colores: la belleza del Pacífico y la oscuridad de la guerra. Con ella el conflicto fue implacable, en escenas que duele mucho contar. El caso es que salió con sus tres hijos para Cali solo con la ropa que llevaban puesta. Lo de guerrera es tan cierto que aún cuenta la hazaña que fue poder comprar la primera colchoneta para que los cuatro no durmieran en el piso y con el segundo sueldo adquirió dos ollas y eso la llenó de alegría. Ya llegaría el momento de poder comprar cucharas, mientras tanto debieron comer con los dedos. Hoy, sus hijos están vivos y bien, trabajando por sus propias vidas “y eso para mí ya es todo”.

Sonia Herlinda escuchó en la jornada a la que fue convocada la charla sobre la orientación adecuada de los recursos y coincidió en que esta plata “no se puede volver de bolsillo” y también fue alertada para no caer en manos de inescrupulosos que pretenden cobrar trámites o por la gestión de este pago.

En total, se espera entregar esta semana cartas de indemnización que sumen recursos por $4.854 millones y que sean motores para ayudar a restablecer los caminos truncados por el conflicto armado, como los de Sonia Herlinda, quien encarna el valor de ser una sobreviviente.

(Fin/LJA/COG)