Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Con la indemnización, Manuel Gómez pasó de cuidar casas a tener la propia

La casa de Ricardo Manuel Gómez (76 años) en el barrio San Cayetano de Unguía (Chocó) es modesta, pero se ajusta a sus necesidades: es de madera y tiene piso de cemento, sala, comedor, cocina, zona de lavado de ropa y tres espacios; dos están adecuados como habitaciones y un cuarto donde guarda herramientas y sus implementos para la pesca. Lo más importante es que la casa es de él. 

Edinson Salazar Palacios, personero municipal de Unguía, recuerda que Gómez, quien logró sobrevivir a dos tragedias, la de Armero en 1985 en la que perdió a su familia, y la del conflicto armado, no tenía dónde vivir; se la pasaba cuidando casas cuando los dueños viajaban.  

“Estoy en la gloria, porque tengo dónde dormir, rebuscándome el bocado de comida, con la generosidad de mis vecinos, pero tengo dónde descansar. Cuando tengo manera de embarcarme a pescar consigo mi pescadito y así voy”, cuenta Ricardo, quien hace cerca de 10 años vive en este municipio del Chocó. 

Con los recursos de la indemnización, él pudo comprar esta casa que le costó 15 millones de pesos. Y hasta le alcanzó para comprar nevera, colchón, estufa, ventilador y adecuar el motor de su bote. 

Tiene discapacidad auditiva, la cual le impide comunicarse fácilmente. Sin embargo, tiene en su mente recuerdos vivos de las tragedias que ha tenido que vivir. En la de Armero, la avalancha de hace 37 años le arrebató a 20 de los 25 integrantes de su familia. Desde entonces, vive solo, pero busca el rastro de dos hermanas que, según cuenta, lograron sobrevivir y a quienes añora abrazar. 

El otro recuerdo vivo es lo que le pasó por cuenta del conflicto armado: “A La Balsa había llegado un grupo, luego otro, y comenzaron a darse plomo entre ellos. Yo me tuve que salir nadando con el pecho sobre una balsa. Duré tres días navegando en ese río, hasta que me encontré con un bote que me trajo para acá. Perdí todo: cultivos de arroz, hasta una embarcación, dos motores, uno de 40 otro de 20 chinchorro y mi chalupa”. El bote que tiene hoy está dañado. A pesar de sus dolencias, asegura que tan pronto pueda arreglarlo, se va a pescar. 

Con la entrega de la indemnización, la Unidad para las Víctimas ha permitido que víctimas del conflicto armado como Ricardo accedan a su reparación integral, con el acompañamiento que se les brinda y que incluye la socialización del derecho a la reparación, la adecuada inversión de los recursos, y las estrategias de prevención contra fraude. 

En Urabá Darién, hasta el mes de septiembre se entregaron 6.425 indemnizaciones mediante ruta general y priorizada. En octubre, la Unidad para las Víctimas espera entregar más de $1.300 millones. 

(Fin/CYTS/COG/RAM).